Alzheimer
Ceafa ve fundamental contar con un entorno seguro para el bienestar de las personas con alzhéimer
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Contar con un entorno seguro y compresión es fundamental para el bienestar de las personas con alzhéimer, según aifmró este jueves el coordinador del Grupo de Trabajo en Neurología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Alberto Freire Pérez, durante el webinar ‘Síntomas de alerta sobre descompensación y cambios en la conducta’, organizado por la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (Ceafa).
Según explicó, los entornos grandes o desordenados pueden alterar a los pacientes. También los desconocidos o el exceso de estimulación como la decoración, la iluminación o el ruido. En el caso de las tareas, “tener un exceso de ellas, enfrentarse a una nueva o excesivamente complicada también pueden dar lugar a cambios en el comportamiento”, señaló el doctor. Por otro lado, en cuanto a las necesidades de comunicación de los pacientes, es común que no sepan cómo transmitir la frustración, la pérdida de habilidades o sensoriales.
En este sentido, el doctor Freire destacó que tanto el entorno como las tareas o la comunicación pueden tener margen de modificación conociendo las causas y convirtiéndolo en un entorno amigable. “Sin embargo, los secundarismos o efectos secundarios de los fármacos son más difíciles de cambiar”, señaló el doctor.
Durante su intervención, el doctor también mencionó los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia, que producen trastornos del estado de ánimo, agitación o incluso síntomas psicóticos. Dentro de estas conductas se encuentra el ‘síndrome del ocaso o vespertino’. “Hablamos de ello para referirnos a la inquietud, irritabilidad, agitación o arrebatos que sufre la persona con alzhéimer cuando se va la luz del sol”, afirmó el doctor Freire.
“Hasta ahora se hablaba de que esta agitación podía deberse a que el reloj biológico se altera con la propia enfermedad. También que la caída de la luz podría generar sombras y dar lugar a interpretaciones visuales erróneas que se manifestarían con alteraciones de la conducta. Hoy en día lo que se sabe es que es por fatiga o agotamiento, ya que el cerebro del paciente con demencia está constantemente trabajando para navegar por el entorno y mantener un nivel de funcionamiento. Esto da lugar a un agotamiento al final del día que dificulta diferenciar la realidad de sueños y recuerdos pasados y se traduce en alteraciones del sueño, puntualizó el experto.
En lo que respecta a las personas cuidadoras, para el doctor Freire es importante que muestren “empatía, afecto y mantengan el humor; pero también que sean tolerantes y comprensivas, respetando los gustos y costumbres de la persona. Tampoco podemos olvidar la paciencia, como cuidador y para el paciente, no intentando acelerar las tareas”.
(SERVIMEDIA)
02 Nov 2023
XSF/clc