El segundo lugar fue para la Fundación CEL en Lugo, con lo que abandonó el liderazgo mostrado en las dos ediciones anteriores. Por su parte, el vivero de la Cámara de Comercio de Santiago reafirmó su posición como tercero por tercer año consecutivo.

Funcas destacó que el CEEIAragón, fundado en 1992, es “un motor clave para la innovación, especialmente en proyectos tecnológicos”. Además, está presente en las tres provincias aragoneses y se ha consolidado “como un referente regional al fomentar el desarrollo empresarial en toda la comunidad”.

Funcas también elaboró un ranking de aceleradoras, liderado por BFAero, en Lugo, que mantiene por segundo año consecutivo el liderazgo en la clasificación.

El segundo puesto fue para BerriUp, en San Sebastián, fundada hace una década, mientras que el tercero lo ocupó SEK Lab Edtech Accelerator, en Madrid, especializada en proyectos tecnológicos del sector educativo.

“Su presencia en el podio destaca la relevancia de las aceleradoras de software e innovación tecnológica y muestra que no solo los proyectos industriales lideran las clasificaciones”, destacó Funcas en su comunicado.

El ‘top 10’ de aceleradoras también incluye a Lanzadera, de Juan Roig, en Valencia; el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE); La Salle Technova, en Barcelona, con más de dos décadas de experiencia; La Terminal, en Zaragoza, con diez años en activo; y la aceleradora de Enagás, en Madrid, especialista en proyectos del sector energético.

Otras de las aceleradoras presentes en esa lista fueron BFA-Business Factory Auto & Mobility, promovida por la Xunta de Galicia; y el ‘spin off’ de BerriUp, en Bilbao, inaugurado hace dos años, que entró por primera vez en el ranking y se situó en el séptimo lugar.

PRESENCIA EN TODA LA GEOGRAFÍA

Los viveros de empresas en España mantuvieron su consolidación y sedimentación en toda la geografía nacional. De las 17 comunidades autónomas, 13 tienen viveros posicionados entre los 30 mejores.

El ‘top 10’ de Funcas refleja una rica diversidad geográfica, con viveros de Aragón, Galicia, Madrid, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco, Región de Murcia y Extremadura.

Esto refleja que casi todas las regiones cuentan con viveros de empresas cuyas prácticas les hacen figurar dentro de los mejores del país, según Funcas, y muestra un panorama diverso y adaptado a las particularidades de cada entorno, sin que exista un monopolio en determinados territorios o ciudades.

Funcas subrayó la presencia de viveros en municipios pequeños, donde los recursos y servicios suelen ser menores. No obstante, también destacó la presencia de viveros en núcleos urbanos mayores como Bilbao, Móstoles y Cartagena.

“Los viveros en España se adaptan a las particularidades de sus entornos y se convierten en auténticos catalizadores de la innovación y el emprendimiento en todo el país”, destacó Funcas.

El 45,5% de los viveros encuestados para este Ranking se encontraban en zonas urbanas, una cifra similar a la del año anterior. Por su parte, se redujo la presencia en polígonos industriales al pasar del 26,4% al 24,2%. Por el contrario, en los parques tecnológicos se observó el comportamiento contrario, al pasar del 9,9% al 11,1%. En zonas rurales, solo declararon ubicarse el 6,1% de los viveros.

Los promotores de los viveros son en mayoría entidades públicas, en especial los ayuntamientos, en un 44,4%; seguido de las cámaras de comercio, con un 17,2%; las diputaciones, con un 6,1%; y las universidades públicas, con un 6,1%. La titularidad de entidades privadas es del 11%.

El 95% de los viveros tiene como meta la creación de empleo, según un 95% de los encuestados. Para un 81,8%, su objetivo es la creación de empresas viables; seguidos de un 31,3% que busca la transferencia de tecnología; y un 17,2%, la innovación abierta.

Por su parte, las aceleradoras de empresas están ubicadas fundamentalmente en el ámbito urbano, en el 77,2% de los casos, seguido de los parques tecnológicos, con un 10,5%.

Si bien las aceleradoras tienen sus orígenes en el ámbito privado, se empieza a observar un cambio de tendencia en los últimos años. Ahora, sólo un 40,7% de las aceleradoras nacen en el ámbito privado. El 21% de los gestores suelen ser las mismas entidades que ponen en marcha la aceleradora, mientras que en el resto de los casos se ceden a otras entidades, como asociaciones o fundaciones públicas y privadas, a universidades y a empresas municipales.

Por tanto, aunque ha aumentado la promoción por parte de entidades públicas, siguen encomendando mayoritariamente la gestión a entidades privadas.

Los objetivos estratégicos de estos centros difieren de los viveros. Su objetivo prioritario es la creación de empresas viables y sostenibles; en segundo lugar, la creación de empleo; en tercer lugar, la innovación abierta; y, por último, el desarrollo tecnológico.