Escrivá dijo en el sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados que ello es así porque el Ejecutivo lleva a cabo "una política integral” de gestión de la inmigración. Respondía así a las críticas de la diputada de Coalición Canaria María Fernández.

En su intervención, la diputada criticó que Escrivá negara la existencia de un problema migratorio en las islas y pidió “la implicación del Gobierno” ante las cifras de llegadas de migrantes al archipiélago.

“Canarias no es ni debe ser una cárcel”, resaltó. "No nos deje solos, señor ministro. Sé que somos el sur del sur, pero lo que le estamos pidiendo es una política y una gestión más humanitarias”, subrayó Fernández.

En su opinión, esto “no se soluciona con grandes cárceles y dinero, sino con solidaridad, con una implicación real del Gobierno español, implicando también a Europa en una política migratoria decente”.

Según Escrivá, la situación es distinta y “Canarias no es ningún gueto”. Ocurre que “su localización geográfica es la que es y no la podemos cambiar”, manifestó, pero los migrantes pasan allí "mes y medio o dos meses “antes de ser distribuidos a otros centros”. En la actualidad, la ocupación de estos centros es del 30%, afirmó.

Asimismo, defendió que estos centros, que el ministerio gestiona junto a Cruz Roja, Accem, Cruz Blanca y otras ONG, “tienen unos estándares humanitarios altísimos”, y recordó que desde la UE calificaron esta gestión como “ejemplar”. A su juicio, no cabe definirlos como “cárceles de ninguna manera”.