Fernández de Mesa se expresó en estos términos en Bilbao, durante el XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar, donde sostuvo que “al hablar de fiscalidad hay que ser tremendamente prudente”.

“El objetivo de los impuestos es recaudar y no distorsionar el crecimiento económico y una forma de distorsionar el crecimiento es mediante la fiscalidad al talento”, explicó el vicepresidente de la CEOE.

“Va a ser muy complicado atraer gente de fuera por la elevadísima fiscalidad. Los tipos marginales, cuando juntas renta y patrimonio son, posiblemente, los más altos de Europa”, aseveró Fernández de Mesa, quien resaltó que el tipo marginal “salta con menor nivel de renta que en otros países”.

AJUSTE VÍA GASTO

En su alocución, avisó del aumento de la deuda de España y del “alto” déficit que tiene el país y señaló que “la empresa ha hecho sus deberes, pero el Estado no”, ya que ha habido “una sustitución” de la deuda privada por la pública.

Por ello, aventuró que se va a tener que hacer un “ajuste”, aunque previno de que “si se pretende hacer mediante ingresos vamos a tener un problema”. A su criterio, debe hacerse vía “gasto” , mediante una gestión más eficiente que, según un estudio de la CEOE, podría ahorrar hasta 50.000 millones de euros sin recortar los servicios públicos.

En líneas generales, predijo que 2024 será un año “peor” económicamente que 2023 y señaló que el crecimiento este ejercicio será de alrededor del 2,3%.

SOBRERREGULACIÓN

Asimismo, Fernández de Mesa alertó del problema que existe con la “sobrerregulación” en España, que supone cerca del 2% del producto interior bruto (PIB). En su opinión, la situación ha empeorado con la pandemia, lo que se suma a la “fragmentación” de normativas por las 17 comunidades autónomas.

Y ello mientras, según denunció el vicepresidente de la patronal, los costes de las empresas se han incrementado de forma importante en los últimos años con subida de impuestos en plena situación de crisis.

Por otro lado, puso en valor el aumento de la apertura al exterior de la economía española que, según detalló, está “incluso más abierta” que la alemana. De hecho, aseguró que esta es la razón de la mayor parte del crecimiento económico de este año, por lo que “lo que ocurra fuera nos va a afectar mucho”.

Al respecto, estimó que en 2024 el consumo privado no va a “tirar mucho”, al igual que la inversión y el sector público, de modo que el sector exterior volverá a ser “la clave” en un país en el que la “gran castigada” en los últimos ejercicios ha sido la empresa por la crisis energética y la pandemia.

NO ES CRISIS

Por su parte, el consejero delegado de Santander España, Ángel Rivera, dijo que “está claro que hemos empezado esa senda de desaceleración”, aunque aclaró que no se “atrevería a calificarlo como crisis”. “Por lo menos, en el banco no lo vemos así. Me gusta hablar de 2024 como un año de transición: que ni va a ser muy malo ni tampoco muy bueno”, remarcó.

Previamente, el presidente del Cercle d’Economía, Jaume Guardiola, coincidió en que 2024 será de “poco crecimiento” en su inicio, aunque explicó que en cierto modo ha sido una desaceleración buscada con la subida de tipos para frenar la inflación. Por todo ello, indicó que “la situación no es maravillosa”, a lo que añadió la “polarización política”, que se da de forma más importante en Cataluña.

Finalmente, el presidente del Círculo de Empresarios Vascos, Andrés Arizcorreta, dijo que son “brutales” los problemas de algunas empresas para encontrar trabajadores, al tiempo que puso en valor la alta industrialización de su comunidad autónoma, aunque ello hace que el tejido productivo tenga más compañías “intensivas” en consumo energético con la subida de costes que se ha vivido.