Según comunicó la energética este viernes, pagó 164 millones de euros del impuesto extraordinario en el primer trimestre y cargó contablemente el importe total de 323 millones. Este factor junto a una caída en los inventarios llevaron a que el resultado pasara de arrojar beneficios a pérdidas, según la compañía.

El consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, afirmó que “el hecho de que el impuesto extraordinario gravado a las empresas energéticas españolas haya deparado a Cepsa pérdidas según las normas internacionales de información financiera en el primer trimestre ilustra su mal diseño y su impacto desproporcionado -más del doble que nuestros principales competidores en proporción al beneficio neto- en una compañía como Cepsa que está invirtiendo fuertemente en el futuro energético de España”.

El beneficio neto ajustado se situó en terreno positivo y fue de 176 millones, el triple que hace un año por la mejora de los márgenes del refino, que para Cepsa pasaron de 2,2 dólares por barril en el primer trimestre de 2022 a 11,1 dólares en este primer trimestre.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ajustado se redujo un 8%, hasta los 556 millones, debido a la bajada de los precios del crudo y de la producción de refino como consecuencia de las paradas programadas de mantenimiento en los parques energéticos de Huelva y Campo de Gibraltar.

Las tres principales divisiones de negocio -energía, química y exploración y producción- tuvieron un comportamiento dispar.

En concreto, en energía, el Ebitda ajustado se situó en 211 millones en el primer trimestre, por encima de los 143 millones de un año antes, principalmente como consecuencia de la mejora del negocio de Energy Parks. Los márgenes de refino durante el trimestre aumentaron significativamente y contribuyeron, así como las paradas programadas de mantenimiento en los parques energéticos redujeron ligeramente la utilización. Las ventas del negocio de Commercial & Clean Energies disminuyeron un 8% respecto al cuarto trimestre de 2022.

En la parte de química, el Ebitda ajustado se redujo a la mitad, hasta los 64 millones de euros, debido a la importante contracción de la demanda que se tradujo en una reducción global de los volúmenes de ventas y los márgenes.

En cuanto a la exploración y producción, el Ebitda ajustado fue de 310 millones, un 19% menos, como consecuencia de los menores precios del crudo (-20% frente al primer trimestre de 2022) y la menor producción de barriles diarios. El 15 de marzo se completó la desinversión de los activos en Abu Dabi, que fueron para Total Energies, y las cifras incluyen las aportaciones de estos activos hasta la fecha de cierre de la operación.

Por otra parte, la inversión alcanzó los 114 millones en el primer trimestre, por encima de los 89 millones del periodo equivalente de 2022, de los cuales el 30% correspondió a negocios sostenibles, frente al 17% del primer trimestre del ejercicio anterior, a medida que Cepsa avanza en su estrategia ‘Positive Motion’.

En cuanto a la deuda neta, Cepsa la redujo un 22%, hasta los 2.269 millones, tras la desinversión de los activos de Abu Dabi. La posición de liquidez se mantiene en 4.300 millones de euros, cubriendo los vencimientos de deuda hasta finales de 2027.