Según los datos publicados por la compañía, el resultado neto ajustado alcanzó los 423 millones, un 30,1% menos que los 605 millones obtenidos en idéntico periodo de 2022.

Por su parte, el beneficio neto reflejó unas pérdidas de 286 millones, que la compañía atribuye principalmente a los cambios en las valoraciones de inventarios y al impacto del impuesto extraordinario aplicado a las energéticas en España.

En septiembre, Cepsa abonó 158 millones de euros correspondientes al segundo pago del impuesto extraordinario, lo que ha supuesto un total de 323 millones de euros este año.

A este respecto, el consejero delegado de CEPSA, Maarten Wetselaar, explicó que “nuestros resultados financieros han experimentado una mejora en el tercer trimestre gracias al aumento de los márgenes de refino, aunque los resultados globales de los nueve primeros meses del año siguen reflejando la repercusión del impuesto extraordinario, que consideramos mal diseñado; así como la volatilidad de los mercados energéticos observada en toda Europa en lo que va de año”.

En concreto, los márgenes de refino aumentaron a lo largo del trimestre, con un margen medio de Cepsa de 14,4 $ por barril (7,4 $/barril en el segundo trimestre de 2023), impulsado principalmente por el mejor comportamiento de los destilados ligeros y medios.

El flujo de caja operativo, excluidos los elementos no recurrentes, se situó en 1.006 millones de euros, frente a los 979 millones de los nueve primeros meses de 2022.

Las inversiones sostenibles, que representaron un 40 % del total, ascendieron a 439 millones de euros, frente a los 357 millones del mismo periodo del año anterior. La deuda neta de Cepsa se redujo un 10,8% al cierre de septiembre, cuando fue de 2.488 millones, frente a los 2.790 millones de un año antes.