Cepyme consideró, a través de un comunicado, que, aunque es positivo dar más facilidades en la creación de empresas, el problema del tejido empresarial español “se halla en tener una mortalidad y una atomización superior a la media europea”.

Apuntó que el texto aprobado en el Pleno del Congreso de los Diputados ayer, jueves, no incorpora medidas eficaces para promover el crecimiento en tamaño de las empresas como la “eliminación o simplificación de las cargas regulatorias, incentivos para la unión de pequeñas y medianas empresas o medidas fiscales para la aportación de capital”. Para Cepyme, la nueva norma ha sido “una enorme decepción".

La confederación advirtió de que la pérdida de rentabilidad en las pymes por la crisis económica, a la que se suma el repunte de la inflación, “puede comprometer su viabilidad y su crecimiento”.

En cuanto a la morosidad, Cepyme apuntó que las pequeñas y medianas empresas son las que más la han sufrido y que “si bien la norma incluye algunos aspectos positivos, incorpora medidas de dudosa eficacia que suponen nuevas cargas para las pymes, dificultando aún más su acceso a los fondos europeos y subvenciones en un momento delicado para muchas empresas”.

Cepyme defendió que haya una estrategia “eficaz y realista de lucha contra la morosidad”, aunque consideró que las sanciones que se pedían desde algunos grupos políticos para disuadir la morosidad no son un instrumento "por sí solo eficaz". Por tanto, consideró que "la pérdida de acceso a subvenciones públicas y también a los fondos europeos resulta totalmente desproporcionada en esta coyuntura" para empresas que incumplen los plazos de pago y dijo no compartir que la norma incluya nueva burocracia en la solicitud de subvenciones para todas las empresas por ralentizar la ejecución de los fondos europeos y, sobre todo, su llegada a las pymes.