Lo hizo en el marco del homenaje que la institución cervantina tributó a la Universidad de Granada, cuyo legado, que se depositó en la caja número 1531 de la Caja de las Letras, se abrirá en 2031, coincidiendo con la conmemoración de los 500 años de su fundación.

En el acto estuvieron presentes el director del Cervantes y profesor de la Universidad de Granada desde 1981, Luis García Montero; su rectora, Pilar Aranda; el vicerrector de Extensión Universitaria, Víctor Medina Flórez; y el de Docencia, Juan Manuel Martín.

En su intervención, García Montero agradeció a la Universidad de Granada el “valioso legado” que entregó a la institución que recibe y su apoyo a la celebración en sus instalaciones la próxima semana de la Reunión Anual de Directores del Cervantes, que contará con la presencia de la reina Letizia.

También reivindicó la importancia de las universidades para el conocimiento y el desarrollo, y rememoró los legados que depositaron en su momento en la Caja de las Letras del Cervantes los centros universitarios de Salamanca y de Buenos Aires (Argentina).

Por su parte, Pilar Aranda, que es la primera mujer rectora en los casi 500 años de historia del centro, anunció que dejó una carta en un sobre lacrado para que la abra quien en 2031 sea la máxima autoridad de la Universidad de Granada.

CONTENIDO DEL LEGADO

El legado depositado en el Cervantes es uno de los más numerosos desde que se inauguró la Caja de las Letras en 2007. Algunos de los documentos son una cesión temporal hasta el 14 de julio de 2031, y otros son una donación para la biblioteca patrimonial de la institución cervantina.

Entre los documentos originales cedidos, descuellan los expedientes académicos de Federico García Lorca, quien empezó los estudios de Derecho y de Filosofía y Letras en las correspondientes facultades de la Universidad de Granada. También destacan sus fichas de estudiante, que, a su vez, contienen fotografías del joven poeta granadino.

Del mismo modo, el legado cuenta con el expediente de examen de Estado de la bioquímica Gabriella Morreale (1930-2017) y el expediente personal de Asunción Linares (1921-2005), que fue la primera catedrática de una facultad de ciencias en España.

En esencia, el legado resume la trayectoria de la Universidad de Granada, desde la ‘Bula de fundación y privilegios’, la reproducción facsímil del original manuscrito por el papa Clemente VII (1478-1534) en 1531, cinco años después de que el emperador Carlos V (1500-1558) promoviera su creación.

Otros valiosos facsímiles depositados en el Cervantes son el ‘Codex Granatensis’, posiblemente la obra más valiosa de la biblioteca de la Universidad de Granada; o el primer libro de grados y actas del Claustro, en el que se registran los grados universitarios entre 1532 y 1560; en este volumen se recoge el expediente del Grado de Bachiller de Juan de Sessa, más conocido como Juan Latino (1518-1594), quien, a pesar de ser el hijo de una esclava negra, llegó a ser catedrático y un gran humanista, poeta y latinista.

A su vez, el legado incluye documentos referentes a Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), que se licenció en Derecho en 1859; Blas Infante (1885-1936), considerado el padre del nacionalismo andaluz; y Salvador Vila Hernández (1904-1936), rector de la Universidad, fusilado al comienzo de la Guerra Civil.

Entre las mujeres pioneras, se encuentran la poeta y bibliotecaria Elena Martín Vivaldi (1907-1998); Gertrudis Martínez Otero (1878-1965), la primera mujer licenciada en Farmacia por la Universidad de Granada; Eudoxia Píriz Diego (1893-1880), la primera licenciada de la Facultad de Medicina; y las ya citadas Gabriela de Morreale y Asunción Linares.