El acto, que contó con la participación del director del Cervantes, Luis García Montero, tuvo como epicentro el depósito del legado de Medicutti, entregado en su nombre por el director editorial de Tusquets, Juan Cerezo; y el de la Librería Berkana, de manos de su fundadora, Mili Hernández.

En ese sentido, Juan Cerezo depositó los originales y varias ediciones de las obras de Mendicutti, ausente en el acto por una reciente operación, entre ellas, la más representativa: ‘Una mala noche la tiene cualquiera’, la historia de un travesti la noche del 23-F, junto con ‘Tatuaje’ (1973) y ‘Cenizas’ (1974), que sufrieron la censura de la época, acompañadas de recortes de prensa que abordan sus principales textos.

Por su parte, Mili Hernández entregó los catálogos publicados por la librería en sus primeros años de andadura y sus volúmenes más significativos, junto a fotografías personales y la pancarta que utilizó en la manifestación que se celebró en Nueva York (EEUU) en 1994 con motivo del 25 aniversario de la Revuelta de Stonewall, considerada la primera protesta del colectivo homosexual.

Posteriormente, se celebró una mesa redonda en la que, bajo el título ‘El bien común de la diferencia’, participaron Eduardo Mendicutti, que intervino por vídeo, Mili Hernández, el colectivo artístico Cabello y Carceller, el investigador y artista especializado en flamenco Fernando López, y el próximo director del Cervantes en la nueva sede de Los Ángeles, Luisgé Martín. El coloquio fue moderado por el subdirector de Relaciones Internacionales de la institución cervantina, Philippe Robertet.