EL CES CREE QUE "NO HAY QUE OBSESIONARSE" CON EL EQUILIBRIO DE LAS CUENTAS PUBLICAS ESPAÑOLAS CUANDO EL PIB CRECE MENO DEL 3%
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El consejero del Consejo Económico y Social (CES) y catedrático de Hacienda Pública, Maximino Caprio, consideró hoy que "no hay que obsesionarse" con el equilibrio presupuestario en un momento en que el PIB crece menos del 3%, ya que "puede provocar" la aplicación de políticas recesivas que agraven la crisis económica.
Caprio realizó este análisis durante la presentación de la "Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral en España durante 2002", del CS, en la que ha participado como ponente del primer capítulo referido al panorama económico.
Este capítulo de la Memoria recuerda la propuesta planteada por la Comisión Europea de reforma del Pacto de Estabilidad, con el fin de diferenciar entre los componentes estructural y cíclico del déficit, y permitir un mayor margen de maniobra para que intervengan los llamados "estabilizadores automáticos".
"Desde el CES ya hemos insistido en varias ocasiones que no hay que obsesionarse demasiado con el eqilibrio presupuestario en un momento en el que el PIB crece por debajo de su tendencia. Si nos empeñamos podemos estar provocando políticas fiscales procíclicas cuando lo que habría que procurar es que ejerza su función contracíclica, no a traves de reformas estructurales, sino con los estabilizadores automáticos", explicó Maximino Caprio.
A este respecto, el documento que anualmente elabora el CES indica que el saldo agregado de las cuentas de las Administraciones Públicas se mantuvo en 2002, por segndo año consecutivo, en niveles próximos al equilibrio, gracias a que el superávit obtenido por la Seguridad Social permitió compensar casi en su totalidad el déficit registrado por el Estado y por el conjunto de las Administraciones territoriales.
"En un contexto de menor dinamismo económico", indica el informe, "el equilibrio de las cuentas públicas fue posible porque se registró un extraordinario aumento de la recaudación impositiva y se mantuvieron las tasas de crecimiento de los ingresos por cotiaciones, lo que permitió compensar la también notable expansión del gasto público, que fue particularmente acusada en las prestaciones por desempleo y de inversión pública".
Finalmente, la Memoria indica que tanto los ingresos como los gastos públicos no financieros registraron tasas de crecimiento superiores a la del PIB, de modo que el peso de ambas magnitudes en términos de dicho agregado aumentó más de tres décimas en 2002, para situarse en el 39,6%.
(SERVIMEDIA)
10 Jul 2003
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