Sanidad
Ceuta y Melilla registran la peor valoración ciudadana de la sanidad pública, según el CIS
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Ceuta y Melilla figuran entre los territorios con peor valoración ciudadana del sistema sanitario público en España, según el último Barómetro Sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado este mes de diciembre, que refleja un elevado grado de insatisfacción con el funcionamiento de la sanidad en ambas ciudades autónomas.
En Ceuta, el 28,5% de los encuestados se declara “muy insatisfecho” con la sanidad pública, el porcentaje más alto del conjunto nacional. En Melilla, esta cifra alcanza el 11,3% y sitúa también a la ciudad entre las peor valoradas del país.
La encuesta del CIS apunta, además, a que hay una percepción extendida de mal funcionamiento del sistema de salud. Un 33,9% de los ciudadanos de Ceuta considera que la sanidad pública “funciona mal y necesita cambios profundos”, mientras que en Melilla este porcentaje se sitúa en el 18,8%. A ello se suma que más de la mitad de la población melillense (54,8%) cree que el sistema requiere cambios fundamentales.
La pérdida de confianza se refleja también en gran medida en la preferencia por las alternativas privadas. El 64,6% de los melillenses y el 45% de los ceutíes optarían por la sanidad privada si tuvieran libertad de elección, según recoge el barómetro del CIS.
Ceuta y Melilla presentan una singularidad dentro del Sistema Nacional de Salud. Son los únicos territorios cuya sanidad depende directamente de la Administración General del Estado, a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), al no tener transferidas las competencias sanitarias a estas ciudades, como ocurre en el resto de las comunidades autónomas. Este modelo centralizado sitúa la planificación, la asignación de recursos y la política de personal bajo gestión estatal del Ministerio de Sanidad que lidera Mónica García.
En los últimos años, distintos informes y organizaciones profesionales han venido señalando dificultades estructurales en ambos territorios, como problemas para cubrir determinadas especialidades, una elevada presión asistencial y el recurso frecuente a derivaciones a la Península.
Los datos del barómetro muestran que, en prácticamente todos los grandes indicadores de satisfacción y funcionamiento, Ceuta y Melilla parten de una posición más desfavorable que la media del Sistema Nacional de Salud, lo que refuerza el debate sobre la capacidad del actual modelo de gestión para responder a las necesidades sanitarias de ambos territorios.
El Real Decreto 118/2023 reconoció que todos los puestos sanitarios del Ingesa en Ceuta y Melilla debían considerarse de difícil cobertura, abriendo la puerta a incentivos específicos para atraer y retener profesionales. Sin embargo, sindicatos y plataformas médicas denuncian que ese marco ha quedado en papel mojado: sin una política clara de incentivos, sin concursos de traslados regulares y con productividades de enfermería de las más bajas del sistema.
(SERVIMEDIA)
31 Dic 2025
PAI


