Así lo refleja un nuevo informe de la compañía de ciberseguridad Bitdefender según el cual el origen de estas campañas está en Rusia, de donde procede el 27% del spam identificado, Suecia (15%) y Rumanía (10%), además de Irán e India (7%), Estados Unidos y Alemania (6%), Turquía y Japón (5%), Finlandia (3%) y Reino Unido (2%).

Tras precisar que sus investigadores detectaron por primera vez las campañas de spam relacionadas con la guerra el 13 de octubre, la compañía advirtió de que las estafas son “similares” a las observadas en relación a la guerra de Ucrania e incluyen donaciones de criptomonedas y estafas de pagos por adelantado solicitados por los ciberdelincuentes, que “se hacen pasar por víctimas y falsas organizaciones benéficas”.

“A medida que la guerra continúa en su segunda semana, esperamos que este tipo de correo electrónico fraudulento se envíe periódicamente a las bandejas de entrada de usuarios de todo el mundo y que los estafadores sigan ajustando sus historias y solicitudes de donaciones de acuerdo con las últimas noticias y actualizaciones sobre el conflicto”, sentenció la entidad.

En este contexto, advirtió de que las solicitudes de donación en criptomonedas o transferencias bancarias “son una gran señal de alerta que debe evitarse a toda costa” y aconsejó “extremar las precauciones” a la hora de abrir correos electrónicos relacionados con ayudas en casos de desastre o de visitar sitios web de organizaciones de caridad, al entender que los riesgos de estafa y fraude financiero “son altos”.