En la vista, que se celebrará en los juzgados de Plaza de Castilla, el fiscal pedirá, según informó Izquierda Castellana, una multa de 676.000 pesetas por los gastos de limpieza de la escultura y más de 500.000 pesetas de sanción a cada uno de los cinco participantes en la acción.

Izquierda Castellana asegura que se trató de una acción de protesta para denunciar la pervivencia de símbolos antidemocráticos y que se realizó intencionadamente un sábado por la maana, a plena luz del día, "porque se entendía que pintar de rojo la estatua del dictador no era una gamberrada, sino un acto político democrático".

Además de arrojar pintura sobre la estatua, los activistas escribieron en el pedestal frases como "Franco asesino". La defensa de los cinco militantes de Izquierda Castellana pide su libre absolución y la retirada de todas las estatuas y símbolos franquistas.

En solidaridad con los enjuiciados, el coordinador de Jóvenes de Izquierda Unida de la Comuniad de Madrid, Jorge García, indicó que "creemos que es verdaderamente lamentable que nadie haya pagado por los crímenes del franquismo y, ahora, se quiera condenar a alguien por una acción que suscribiríamos el cien por cien de los madrileños y madrileñas, y el que no lo haga, que lo diga".