Pérez-Sala hizo esta aseveración en Bilbao, durante el XXVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar, donde reconoció que 2023 ha sido “un buen año para España”, aunque matizó que “no podía ser de otra manera”, ya que “somos la última economía en recuperarse” de la pandemia.

Además, apuntó que “todo el crecimiento de 2023 ya está hecho”, gracias al turismo y a las exportaciones y, ahora “nos enfrentamos a un cuarto trimestre muy probablemente de crecimiento nulo”, una tendencia que se mantendrá a comienzos de 2024.

A su juicio, será en el segundo semestre de 2024 cuando “esperamos conseguir” el crecimiento previsto para el próximo año. Por ello, señaló que “la situación es complicada” y “es difícil”.

Al mismo tiempo, subrayó que “el crecimiento en España lo generan las empresas” y no el Estado, que “actúa en dirección contraria” y de forma “anticíclica”, por lo que serán las empresas las que en la segunda mitad de 2024 “empezarán a tirar de la economía”.

Al hilo, sostuvo que “la competitividad del sector público es muy inferior a la del privado”, de modo que “si no se ajusta” el primero “podría suponer un lastre” para el crecimiento económico.

Por otra parte, comentó que “la fiscalidad en España es depredadora”, y defendió que el Estado debería gastar los recursos de forma “más eficiente”. En su opinión, “el ciudadano español soporta más impuestos que nadie” y “en ningún país de Europa” y “prácticamente” del mundo existe el impuesto de patrimonio.

Al respecto, Pérez-Sala reprochó que no solo exista en España, sino que se duplique con el tributo por ganancias del capital, al igual que ya existía “uno de los impuestos más altos a la banca” y ahora se ha añadido otro, en referencia al tributo temporal aprobado por el Ejecutivo para gravar los beneficios de las entidades financieras.

CAPACIDAD DE CRECIMIENTO

“Ciudadano físico o jurídico que aparentemente tiene recursos, ciudadanos al que depredadoramente tratamos de quitárselo”, denunció el presidente del Círculo de Empresarios, para avisar de que “cuando detraemos” al sector privado de recursos “detraemos a un país de su capacidad de crecimiento”.

Por otro lado, defendió que los problemas en la captación de talento que están teniendo muchas empresas responden a “una deficiente gestión de la educación en España”. En este sentido, puso como ejemplo que en Alemania el 50% de los jóvenes cuenta con formación profesional, mientras que en España la cifra cae al entorno del 3%.

“Tenemos mucho trabajo que hacer, pero no dará sus frutos hasta dentro de 10 o 15 años”, enfatizó el presidente del Círculo, quien apremió a poner ya “en marcha la gran reforma de la educación”. En este sentido, exigió a los políticos que “se centren en los problemas reales de los ciudadanos y no en el sexo de los ángeles”.

Finalmente, Pérez-Sala llamó la atención del problema del pequeño tamaño de las empresas en España y pidió que se reconozca un tipo de compañía de tamaño medio (las que facturan entre cinco y 500 millones de euros), ya que son las que más “riqueza” aportan al país.