Si en octubre el terrorismo era considerado el principal asunto de preocupación por el 72,1 por ciento de los ciudadanos, un mes más tarde mantenía esta condición para el 81,5 por ciento de los encuestados.

Por detrás, y a mayor distancia, se encuentra el paro, que es preocupante para el 64,2 por ciento (el 60,4 por ciento en octubre), seguido de la droga y el alcoholismo, que preocupan al 15,1 por ciento, manteniendo prácticamente el porcentaje del mes anterir.

Cuando se pregunta a los encuestados cuál es el problema que les afecta más personalmente, la lista resultante está, sin embargo, encabezada por el paro (35 por ciento), seguido del terrorismo (31 por ciento) y las dificultades económicas, que son importantes para un 20 por ciento.

Con esta percepción, los encuestados consideran que los tres problemas políticos de mayor calado en el momento de realizar la encuesta, entre los días 23 y 27 de noviembre, son el terrorismo para el 59,5 por ciento,las desavenencias y rivalidades entre los partidos para el 19,3 por ciento y la pasividad e inoperancia de los políticos para el 8,2 por ciento.

Según la interpretación de Fernández Díaz, la preocupación de los ciudadanos por la rivalidad y pasividad de los partidos políticos se deriva de que en ese momento aún no se había firmado el pacto por las libertades que, posteriormente, suscribieron el PP y el PSOE.

En este sentido, manifestó su esperanza de que en un próximo Barómetro estos asuntos deje de ser preocupaciones fundamentales para los españoles, que habrán podido percibir la voluntad de los dos grandes partidos de hacer una política común en materia de terrorismo.

El Barómetro del CIS revela además que en el mes de noviembre problemas como el de las "vacas locas", que preocupa al 1,1 por ciento; la salud, en la que piensa el 0,6 por ciento; o el futuro de los hijos, que es un quebradero de cabeza para sólo el 0,3 por ciento; son asuntos casi marginales en el "ranking" de problemas de imortancia para los españoles.