Lo hizo en su comparecencia ante las bases de Barcelona en Comú, reunidas en la sala La Paloma de la capital, una vez se consumó la victoria del exalcalde y candidato de Junts per Catalunya, Xavier Trias, con 11 concejales, seguido del PSC de Jaume Collboni con 10 y de su propia candidatura con 9.

Colau atestiguó que había llamado a Trias y a Collboni para felicitarles y atribuyó el resultado electoral en toda España a que “cuando hay avances, hay reacciones”, de forma que catalogó como “una muy mala noticia” que “la derecha avanza en todo el Estado”. Sin embargo, dijo también que, en Barcelona, “la ciudadanía no permitiría que se dé ni un paso atrás” a lo realizado bajo su mandato.

Por eso, recordando que ella fue en campaña “la más coherente” respecto a la política de pactos que practicaría tras las elecciones, cuando, a diferencia de Collboni, dejó claro que nunca gobernaría con Trias, afirmó que Barcelona es “una ciudad progresista” y “necesita un gobierno progresista”.

Colau aseguró que “es una obligación de las fuerzas progresistas” explorar ese posible pacto, y, por lo que a ella respecta, prometió “todos los esfuerzos para que esta ciudad no dé un paso atrás”, y proclamó para terminar: “Nada de resignarnos. A seguir adelante”.