A su llegada a la reunión, algunos mandatarios evidenciaron esas diferencias como el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, quien declaró que “Europa se enfrenta a una elección fundamental: aceptar o no una inmigración ilegal masiva”.

La Presidencia española quiere proseguir avanzando para hacer realidad el pacto de la UE sobre migración y asilo, después de que esta semana los 27 dieran luz verde en Bruselas al Reglamento de Crisis.

Por ello, el mandatario polaco declaró que “ayer dije y hoy diré a varios primeros ministros durante la sesión plenaria, que Polonia rechaza definitivamente esto, en primer lugar, para la seguridad de nuestro país”. Su punto principal de rechazo de la futura normativa es la obligación de “aceptar inmigrantes ilegales y para esos países. que no quieren aceptar inmigrantes ilegales, imponiendo medidas draconianas”.

En la misma línea, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, aseguró que “no hay acuerdo sobre inmigración”. “En la última reunión Polonia y Hungría no estaban satisfechas con la propuesta, pero impulsaron la propuesta para que Hungría y Polonia quedaran totalmente fuera de la decisión, así que después de esto no hay ninguna posibilidad de llegar a ningún tipo de compromiso y acuerdo sobre migración políticamente”, remarcó.

“Es imposible, no hoy, en términos generales durante los próximos años, porque legalmente, cómo decirlo, somos violados. Si te violan y te obligan legalmente a aceptar algo que no te gusta, cómo vas a querer llegar a un acuerdo sobre ese acuerdo”, se preguntó.

Sin embargo, el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, fue claro remarcando que ya hay un “acuerdo”, en referencia al cerrado por los ministros del Interior, que “es donde se toman los acuerdos”, y que lo que hacen los jefes de Estado y de Gobierno, dijo, es que lo “ratifican”.

“Llegamos a este consejo con un acuerdo previo alcanzado a nivel de ministros. Yo no sé lo que va a hacer cada país en particular, pero Europa necesita un acuerdo en política de migración”, respondió así directamente cuando se le preguntó por las dudas de Polonia y Hungría.

No obstante, Borrell comentó desconoce “lo que va a hacer cada país en particular” al tiempo que subrayó que “Europa necesita un acuerdo en política de migración” y explicó que “la migración no es un problema aquí y todos los demás problemas allí” sino que “es la consecuencia de muchos problemas y hay que atacarlos juntos”.

Igual que muchos mandatarios, el jefe del Ejecutivo español en funciones, Pedro Sánchez, optó por el silencio. El presidente fue el primero en llegar a las inmediaciones del Palacio de Congresos de Granada para, como anfitrión, ir saludando a cada uno de los mandatarios antes de que diera comienzo el plenario de la cumbre informal.