En una segunda fase, cuya finalidad sería la de determinar propiamente las responsabilidades políticas a que hubiera lugar, el PNV podría solicitar la comparecencia de González, así como la de otros presidentes de Gobierno, ministros del Interior y altos cargos políticos, "que desde junio de 1977 resultasen bajo sospecha de responsabilidad política por acción u omisión, a la luz de los hecos, pruebas y testimonios que se produjesen en la primera fase".

En la relación de comparecencias entregada hoy en el Registro del Congreso, el PNV ha incluido un total de 28, entre las que destacan la de los generales Sáenz de Santamaría, Casinello y Rodríguez Galindo; la del ex jefe de Policía de Bilbao Francisco Alvarez, la del diplomático Francisco Paesa y la de Segundo Marey, secuestrado por los GAL.

También figuran los periodistas Melchor Miralles, Ricardo Arqués, Manuel Cerdán, Antonio Rubo y Carlos Carnicero, al igual que los abogados Miguel Castells, José María Montero y Juan María Bandrés.

Por otra parte, los nacionalistas vascos han solicitado como documentación de la que servirse para los trabajos de la comisión la denominada "acta fundacional" de los GAL y todas las iniciativas y debates celebrados sobre este tema tanto en el Congreso como en el Senado.

Igualmente, han pedido el testimonio de las declaraciones judiciales de los autoinculpados e imputados en procedimientos reacionados con la "guerra sucia" contra ETA y las notas de despacho del CESID sobre la operación sur de Francia.

Otra de sus peticiones es una comisión rogatoria a la policía judicial francesa para que remita una ficha técnica sobre los atentados de los GAL cometidos en su territorio.

Respecto a los plazos y al método de trabajo, el PNV estima necesario que la primera ronda de comparecencias se produzca con la mayor celeridad posible y admite la posibilidad de que el mes de enero -tradicionalmenteinhábil a efectos parlamentarios- pueda ser utilizado para los trabajos de la comisión.

El PNV apuesta por el carácter público de las sesiones, aunque no descarta la posibilidad de que alguna de ellas, por su contenido o materia reservada, pueda ser a puerta cerrada.