Manglano rehusó hacer cualquier otro comentario tras su comparecencia de más de tres horas ante la comisión que investiga en el Congreso la gestión de Luis Roldán.

Cuando se le preguntó si considera que ha salido dañada la imagen del CESID por no haber estado al tanto de las actividades del ex director de la Guardia Civil, se limitó a contestar: "La imagen delCESID siempre es buena".

Tras la comparecencia de Manglano se sucedieron las carreras de cámaras y fotógrafos por los pasillos del Congreso en busca de una declaración suya, al no saberse con exactitud cuál era la puerta por la que iba a abandonar el edificio.

Al final, el responsable de los servicios secretos españoles no logró esquivar a la prensa y tuvo que aguantar durante más de cien metros una retahíla de preguntas, a las que siempre respondió diciendo que la reunión es secreta y que no poda hacer ningún comentario.