Así lo trasladan a Servimedia fuentes parlamentarias después de que la reunión para este jueves haya quedado desconvocada por, según apuntan a Servimedia fuentes gubernamentales y parlamentarias, “problemas de agenda”.

López explicará entonces en la Cámara los informes anuales de Seguridad Nacional, uno de los cuales, el referido a 2023, se aprobó en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional celebrada en La Moncloa este martes bajo la presidencia de Pedro Sánchez. En dicha reunión también se dio luz verde a la nueva Estrategia Nacional contra el Terrorismo 2023 y la nueva Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024.

Según el Ejecutivo, el Informe de 2023 describe las consecuencias de los dieciséis riesgos y las amenazas identificados en la Estrategia de Seguridad Nacional 2021. En particular, los dos escenarios de mayor preocupación actualmente son la invasión de Ucrania y la espiral de violencia entre Israel y Hamás en Gaza.

En lo que respecta a Ucrania, el informe recuerda que se han cumplido ya dos años desde el inicio de la invasión rusa y considera también que la ayuda internacional a Ucrania será fundamental para un desenlace que hoy por hoy se caracteriza por una "alta incertidumbre", según la comunicación del Ejecutivo.

En lo relacionado con Gaza, el Informe Anual de Seguridad Nacional refleja que los sucesos ocurridos en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 suponen un incremento del riesgo y de la amenaza a nivel global.

La principal preocupación que recoge el informe, según La Moncloa, es la extensión del conflicto a nivel regional en Oriente Medio y el potencial efecto desestabilizador en la región, así como sus efectos para la seguridad y la economía internacional.

Según la comunicación de la reunión, el análisis de riesgos del informe muestra las campañas de desinformación como la amenaza para la seguridad nacional de mayor preocupación.

El clima de mayor competición geopolítica sigue afectando a otros factores como pueden ser las campañas de desinformación, con un aumento de las narrativas antioccidentales y antieuropeas, los ciberataques, cada vez más frecuentes, o las amenazas a las infraestructuras críticas, parte de las cada vez más ubicuas estrategias híbridas.