LA COMUNIDAD DOTARÁ DE DESFIBRILADORES A 113 INSTALACIONES DEPORTIVAS MUNICIPALES
- El programa cuenta con un presupuesto de 200.000 euros
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Comunidad de Madrid dotará de desfibriladores a 113 instalaciones deportivas municipales madrileñas, que permitirán prevenir paradas cardiorrespiratorias en polideportivos y piscinas de 76 municipios de la región.
El consejero de Deportes, Alberto López Viejo, acompañado por el director general de Deportes, Miguel Ángel Martín, presentó esta mañana en Boadilla del Monte el plan de subvenciones a los ayuntamientos para el suministro e instalación de desfibriladores semiautomáticos en instalaciones deportivas.
Este programa del Gobierno de Esperanza Aguirre cuenta con un presupuesto de 200.000 euros. El precio medio de mercado de un desfibrilador semiautomático es de 1.800 euros.
Según López Viejo, estas nuevas dotaciones "reflejan el compromiso de la Comunidad de Madrid no sólo a la hora de construir instalaciones deportivas de alto nivel, sino también con la seguridad y responsabilidad en la práctica deportiva".
La parada cardiaca extrahospitalaria, de carácter inesperado, es un problema de primera magnitud para la salud pública. En aquellos establecimientos, locales y espacios de pública concurrencia, como son las instalaciones deportivas, pueden darse casos de emergencia o urgencia vital en los que hay que actuar con la máxima celeridad para dar una adecuada atención.
MANEJO SENCILLO
Según el Gobierno autonómico, la existencia en el mercado de los desfibriladores semiautomáticos externos, que permiten identificar con altísimo nivel de fiabilidad las arritmias susceptibles de desfibrilación y que de forma semiautomática, mediante una acción voluntaria y guiada de quien lo maneja, producen una descarga eléctrica, ha contribuido a que la comunidad científica internacional apoye el uso de estos aparatos por personal no médico, aunque sí debidamente capacitado.
"El manejo de estos desfibriladores es sencillísimo y basta con seguir las breves instrucciones impresas en el propio desfibrilador", señaló López Viejo, quien aclaró que, en caso de no ser necesario su uso, "la propia máquina lo detecta y no produce la descarga eléctrica, por lo que el margen de error es prácticamente nulo".
Según el Ejecutivo regional, la reducida inversión que supone el suministro de este equipo, su fácil manejo y el corto período de formación que requiere la capacitación del personal encargado de su manejo, han contribuido a que diversos organismos médicos de nuestro país recomienden su instalación en locales y zonas que por la actividad que desarrollan concentran un elevado número de personas.
(SERVIMEDIA)
15 Ago 2008
CAA