Así lo afirmó durante su visita a la repostería que la empresa familiar Formentor tiene en la calle Hermosilla de la capital, donde resaltó su trayectoria de casi 70 años y que este año haya sido galardonada en la séptima edición del concurso ‘Las mejores torrijas de Madrid’.

“Queremos colaborar con el sector poniendo en valor sus elaboraciones y productos, especialmente en épocas tan señaladas como Semana Santa”, apuntó Albert, quien recordó que el Ejecutivo autonómico creó en 2019 el Sello de Pastelería Artesana, para asesorar a estos negocios en la adecuada implantación de sistemas de calidad.

Este año se presentaron 16 aspirantes para obtener el galardón a la mejor torrija, con tres distinciones diferentes. Así, además de Formentor (tradicional) fueron reconocidas La Oriental (versión sin gluten) y Cercadillo, que logró el triunfo en la categoría innovadora.

Según las previsiones de la asociación que representa a este sector (Asempas), las cerca de 600 pastelerías artesanas que hay en la región venderán más de siete millones de unidades de este postre durante estas fechas. La más consumida sigue siendo la de corte tradicional, principalmente de leche.

Además, calculan la comercialización de casi un millón de figuritas, monas o huevos de pascua, a los que se añaden otros dulces como los pestiños o los bartolillos