Según informó el Ejecutivo madrileño este martes, las obras de restauración del suelo consistieron en decapar el barniz para recuperar la superficie de ladrillo original con un producto especial que reblandece el material para poder retirarlo con una espátula. Posteriormente se limpió y aclaró con agua a baja presión para eliminar las impurezas.

En los suelos de material calizo, se rellenaron los huecos y las fisuras causadas por el paso del tiempo, aplicando mortero para luego pigmentarlos e igualar el color al resto de la pieza reparada, finalizando con un pulido para unificar la superficie.

Por otro lado, para la renovación de los arcos, se hizo una limpieza de las columnas para eliminar los restos de fin de obra, eflorescencias, cemento, yeso, silicona y adhesivos. Este proceso se complementó manualmente con cepillo de cerdas naturales y producto desincrustante, aclarándolo con agua a muy baja presión. En las zonas con gran oxidación se eliminaron las impurezas adheridas con maquinaria de agua a una temperatura entre 10º y 90º y productos ecológicos y biodegradables.

El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, afirmó que estos trabajos, realizados en el mes de agosto, contribuyen a que “la casa de todos los madrileños siga siendo un referente del patrimonio arquitectónico de Madrid y de España para todos los ciudadanos y las personas que nos visitan”.

Los trabajos de remodelación de la fachada principal de la Real Casa de Correos, que comenzaron también en agosto, se centrar en la revisión de los elementos ornamentales que la decoran, la reparación del faldón de la cubierta interior y la renovación del tejado de la exterior.

Las obras tienen un plazo previsto de duración de cuatro meses, y estarán finalizadas antes de que comience la Navidad. En todo este tiempo lucirá en su lugar una lona con la imagen de la sede del Ejecutivo autonómico, que se instalará en la segunda quincena de septiembre y dejará visible la torre del reloj.