Manuel Murillo ya presentó querella en nombre del sindicato UGT contra Price Waterhouse por la auditoría que esta sociedad practicó a Banesto antes de su intervención, y que según el sindicato socialista no reflejaba la verdadera situación de la entidad.

En esa querella, UGT acusó a la auditora de haber ocultado datos sobre la situación patrimonial real de Banesto en las auditorías qu realizó al banco por los ejercicios 1990, 1991 y 1992, lo que provocó que los empleados acudiesen a una ampliación de capital en julio y agosto de 1992, comprando las acciones a un precio muy superior del que quedó fijado cuando se conoció el 'agujero' patriomonial de la entidad.