El fallo, ue se conoció hoy, atribuye a Manuel González un delito de asesinato con alevosía, 6 de asesinato frustrado, uno de tentativa de homicidio, 3 de lesiones, uno de agresión sexual, otro de amenazas y una falta de hurto.

El "loco del chándal", carnicero de profesión, agredió a 16 mujeres entre noviembre de 1991 y septiembre de 1993, algunas de ellas menores. Normalmente las atacaba por la espalda cuando caminaban por la calle o en las bocas de metro de Barcelona y su área metropolitana.

La Sección Nvena de la Audiencia de Barcelona asegura que el acusado actuaba con el objetivo de conseguir satisfacción sexual y con voluntad de matar. Asimismo, afirma que era consciente del daño que podía causar a una persona a la que se le clavaban objetos punzantes en los genitales y que, por su condición de carnicero, "tenía mejores conocimientos anatómicos y mayor habilidad y fuerza para manejar cuchillos".

La Audiencia de Barcelona ha aplicado, no obstante, el atenuante de enajenación mental, al considerar ue Manuel González sufre "una parafilia sádica que disminuye las facultades inhibitivas", aunque afirma que es una persona con inteligencia normal y que en algunas de sus agresiones actuó con cierto control de sus impulsos.

Según la sentencia, los delitos de asesinato y homicidio que se le imputan en diferentes grados están justificados por la forma en que actuaba, ya que la víctima siempre estaba de espaldas.

Las víctimas identificaron a "el loco del chándal" en ruedas de reconocimiento y en el uicio. Su detención se produjo a través de unos documentos personales que se le cayeron de la cartera cuando huía del lugar donde cometió su última agresión, contra Carmen Díaz Gijón, que falleció como consecuencias de las heridas que le produjo en los glúteos.

Manuel González ha sido condenado también a indemnizar a las 16 víctimas con cerca de 50 millones de pesetas.