Auge abandonó en septiembre de 1990 el cuartel de San Sebastián en el que cumplía el servicio militar, del que le quedaban tan sólo tres meses para finalizarlo.

La sentencia considera probado que el acusado s ausentó por voluntad propia del cuartel de Loyola y que permaneció fuera del control militar durante dos meses, por lo que le condena a seis meses de prisión por deserción.

Koldo Auge no tendrá que ingresar en prisión al estar ya en situación de reserva. El abogado del objetor sobrevenido, José Antón Pérez Lema, indicó que, de acuerdo con su cliente, no recurrirá la sentencia.