UE
Confemetal saluda que la UE quiera deshacer el “embrollo normativo” que sufren las empresas por la carga burocrática
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La patronal Confemetal celebra que la Comisión Europea haya iniciado el nuevo curso político con “objetivos renovados que, paradójicamente, buscan deshacer el contraproducente embrollo normativo al que ha sometido a las empresas europeas durante los últimos tiempos”.
“El nuevo mandato de Ursula Von der Leyen, al menos, así lo promete. Bruselas ha reintroducido en su ideario la reducción sustancial de la burocracia y las exigencias normativas e informativas en materia ambiental. A la vez, ofrece interés en tratar las necesidades de talento de las empresas y las dificultades de éstas para cubrir puestos determinantes en el desarrollo industrial del viejo continente”, explica Confemetal en su último boletín mensual de coyuntura económica y laboral. Eso sí, precisa que “las intenciones de reinvención deben traducirse en realidades”.
Pese a los pasos positivos que se están dando en opinión de esta patronal, avisa de que es importante no caer en la “complacencia”. A su criterio, la simplificación y armonización normativa debe ir acompañada del establecimiento de unas reglas comunes para conseguir un mercado único en el continente, de forma que las empresas actúen en igualdad de condiciones dentro de la UE.
A su vez, Confemetal demanda tener en cuenta que estas compañías han de competir en desigualdad de condiciones frente a empresas que, a menudo, operan en países con menores exigencias normativas, ambientales o de sostenibilidad.
“Para ser ambiciosos, la simplificación y armonización legislativa debería ser verdaderamente disruptiva con el orden actual, en el que existe una cascada regulatoria. La industria tecnológica y del metal, en vez de ocuparse de producir y generar valor añadido, se ven obligadas a dedicar una parte considerable de sus recursos a seguir las actualizaciones legislativas provenientes de Bruselas, del Estado, de la comunidad autónoma, la provincia y el ayuntamiento de turno”, asevera.
Finalmente, pone en valor que el Ejecutivo comunitario reconozca las dificultades de las empresas en algunos sectores, como la industria, para encontrar trabajadores. “La brújula de la competitividad ha de ser calibrada para favorecer el dinamismo de la economía europea y recuperar cotas de relevancia. Sin certificar el cambio de rumbo, el futuro industrial de la Comisión Europea está muy comprometido frente a las potencias en auge. Y con ello, el bienestar de las generaciones venideras”, concluye.
(SERVIMEDIA)
16 Oct 2025
DMM/clc


