Salud

Confesq exige abordar la exclusión social y vulneración de derechos que sufren las personas con Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad

MADRID
SERVIMEDIA

Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Fibromialgia y del Síndrome de la Fatiga Crónica, Encefalomielitis Miálgica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad, el próximo 12 de mayo, la Coalición Nacional de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad (Confesq) exige medidas urgentes para abordar la exclusión social y vulneración de derechos que sufren las personas con Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y Electrohipersensibilidad (EHS).

Así lo manifestó la entidad, que representa a través de sus asociaciones miembro a más de 11.000 personas afectadas por estas enfermedades y a sus familias de forma directa. Según el informe ‘Las cifras de SQM y EHS desde un enfoque de derechos humanos y discapacidad’, que tiene como objetivo comprender cómo estas enfermedades afectan la vida diaria de las personas y las barreras que les impiden ejercer plenamente sus derechos, las personas afectadas por SQM y/o EHS se enfrentan múltiples obstáculos que generan una discapacidad orgánica, limitando su acceso a derechos fundamentales y su participación plena en la sociedad.

Estas condiciones, que implican reacciones adversas a agentes desencadenantes como productos químicos o campos electromagnéticos, generan una discapacidad orgánica que afecta gravemente a la calidad de vida de quienes viven con ellas.

“Las barreras derivadas de la exposición a estos agentes impactan en áreas esenciales de la vida cotidiana. En este sentido, el informe revela que el 72% de las personas encuestadas se sienten excluidas de la sociedad siempre o frecuentemente. Esta exclusión se manifiesta especialmente en ámbitos como el empleo (40%) y el acceso a espacios públicos (39%), seguidos por los servicios sanitarios (34%) y los centros educativos (33%). La falta de medidas adecuadas para abordar estas barreras perpetúa su exclusión social y contribuye a la vulneración de sus derechos humanos”, afirmaron desde Confesq.

Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan las personas con SQM y/o EHS es la invisibilización. La falta de conocimiento sobre estas condiciones, tanto en el ámbito sanitario como en la sociedad en general, contribuye a la desinformación y a la estigmatización de quienes las padecen. Desde Confesq señalaron que a menudo, los síntomas son minimizados o malinterpretados, “lo que lleva a diagnósticos erróneos o tardíos y limita el acceso a tratamientos adecuados”. La invisibilidad también afecta el reconocimiento oficial de estas condiciones como discapacidades, “impidiendo que las personas afectadas puedan acceder a los derechos y prestaciones que les corresponden”, concluyeron.

Por otro lado, la exposición a entornos con productos químicos tóxicos o campos electromagnéticos crea espacios hostiles que dificultan la movilidad de las personas afectadas. “Muchos deben evitar salir de casa por miedo a que su salud empeore, lo que les impide acceder a servicios esenciales, especialmente en espacios públicos, sanitarios, educativos y laborales”, comentaron desde la entidad.

Por todo ello, las personas afectadas por SQM y/o EHS suelen evitar acudir a hospitales y centros de salud siempre o frecuentemente (49%) y cuando lo hacen, su salud empeora en un 46% de los casos.

(SERVIMEDIA)
08 Mayo 2025
MMC/gja