Los diputados votaron primero el dictamen sobre la ley de amnistía, que recibió 178 votos a favor, 172 en contra y ninguna abstención. Obtuvo el mismo resultado la votación conjunta de la iniciativa legal, que realizó de viva voz al haberlo solicitado la oposición.

En el Senado, la norma puede tener una tramitación de unos dos meses, ya que el PP, que tiene mayoría en esta sede parlamentaria, cambió el Reglamento y estableció que esta iniciativa no sería tramitada por el procedimiento de urgencia.

En el debate de esta jornada en el Congreso, el PSOE defendió la utilidad de la medida de gracia para recuperar la convivencia en Cataluña, mientras que Junts y ERC señalaron que lo consideran un “punto de partida” para otros escenarios, como un referéndum de independencia.

"COLOSAL ACTO DE CORRUPCIÓN”

Por parte de la oposición intervinieron el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el de Vox, Santiago Abascal, que acusaron al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de borrar los delitos de los independentistas catalanes solo para mantenerse en el poder.

Antes del inicio de la sesión de este jueves, el PP intentó, sin éxito, que la Mesa de la Comisión de Justicia rechazara las cuatro enmiendas transaccionales pactadas la semana pasada entre PSOE, Junts y ERC para ampliar el alcance de la ley de amnistía sobre los delitos de malversación, terrorismo y alta traición. Los socialistas y sus socios rechazaron esta petición de los populares.

En su intervención, Feijóo sostuvo que la amnistía “no pasará el filtro del Senado, de la Justicia” ni tampoco “de la calle”. Apuntó que las elecciones catalanas serán “el inicio del final” del Ejecutivo de Sánchez, que dijo que tiene por delante una “agonía” de legislatura que dependerá de la voluntad de Carles Puigdemont.

Feijóo añadió que la ley que se manda ahora a la Cámara Alta es un “delirio” que divide a Cataluña y al conjunto de España “en dos”, al tiempo que supone someterse a las exigencias de los independentistas. “Esto no es reconciliación, es sumisión”, remarcó.

Por su parte, Abascal defendió que exculpar a los implicados en el ‘procés’ de sus responsabilidades penales es un “colosal acto de corrupción”. Añadió que Sánchez se ha convertido en el “jefe de una cuadrilla de forajidos” cuya “única ambición es el enriquecimiento personal”.

Asimismo, Alberto Catalán, de UPN, tildó la amnistía de “villanía” e “inmundicia” que los españoles “no perdonarán”. A su vez, Cristina Valido, de CC, dijo que su partido apoyó la investidura de Sánchez, pero rechaza la amnistía y mostró su preocupación por la “agenda canaria” al saberse que no habrá Presupuestos del Estado en 2024 por el adelanto electoral en Cataluña.

“NO VAMOS A PARAR”

Por su parte, el portavoz del PSOE, Patxi López, acusó al PP de solo querer el “enfrentamiento infinito” entre los españoles. Afirmó que el Gabinete de Sánchez se está dedicando a arreglar, con la amnistía y otras medidas, el “fracaso” que los populares cosecharon en política territorial en la etapa de Mariano Rajoy.

Por su parte, Pilar Vallugera, de ERC, afirmó que la aprobación de la amnistía era una “primera parte necesaria, pero no suficiente para resolver el conflicto político” en Cataluña. Señaló que su partido buscará ahora el “camino de la liberación nacional” y poder llevar a cabo el “ejercicio del derecho de autodeterminación”.

Asimismo, Josep María Cervera, de Junts, señaló que se ha aprobado la “mejor ley de amnistía posible”, ya que es “integral”, de “aplicación inmediata” y “no deja a ningún independentista fuera”. También se refirió a que ahora se abre una “ventana de oportunidad” respecto al futuro político de los catalanes.

Por parte de Sumar, Aina Vidal señaló que esta medida de gracia pone fin a la “persecución punitivista” del independentismo y consideró que se trata de una “victoria útil y colectiva” para la sociedad.

Al mismo tiempo, Jon Iñarritu, de Bildu, señaló que esta norma es “excepcional, pero justa” y “saca de los tribunales lo que nunca debió llegar a ellos”. Además, Mikel Legarda, del PNV, se refirió a que se pone fin a un “ciclo político traumático” y “punto final” a una etapa.