La declaración, leída por la secretaria primera de la Mesa, María Jesús Sainz, expresa las condolencias de todos los españoles "por las muertes y el sufrimiento causados por los atentados".

"El pueblo español siente como suyo el dolor del pueblo indio, pues conoce de cerca la devastación y sufrimientos que el terror deja a su paso, como acaeció el 11 de marzo de 2004 en Madrid, hechos que permanecerán siempre en nuestra memoria", dice la declaración.

El Congreso expresa su condena a la violencia terrorista en la India y allá donde se produzca, y reitera su confianza "en que el horror y el caos sean vencidos por el imperio de la ley".

Traslada también su solidaridad con las víctimas, "seres inocentes que han sido objeto de un acto criminal e injustificable". Expresa el pésame a las familias de los fallecidos y el deseo de pronta recuperación a los heridos.

El terrorismo internacional, concluye, "es una amenaza para los derechos y libertades fundamentales de todos", y expresa por ello la convicción de que "sobre la violencia y el terror deben prevalecer los valores democráticos de la libertad, la igualdad y la justicia".