Así se desprende de las intervenciones de los distintos portavoces durante el debate de la iniciativa, ante de su votación.

Durante su defensa, el diputado de Vox Carlos Flores destacó que esta iniciativa se puede resumir en una “demanda tan sencilla de enunciar” como “de cumplir”: la “exigencia” de que el Ejecutivo de Sánchez, quien supuso que “estará firmando ejemplares de su libro en el Corte Inglés de Moncloa”, respete a esta Cámara y a los ciudadanos a los que representa.

La iniciativa, continuó, también pide que el Gobierno le “brinde” al Congreso y al Senado el “respeto” y la “consideración que merecen” y que Sánchez y sus “enviados” les “hurtan” cada vez que se desplazan a Bruselas o a Ginebra para “discutir y acordar con prófugos de la Justicia asuntos que solo entre estas cuatro paredes pueden ser acordados”.

Un “respeto” y una “consideración”, prosiguió, que “burlan” cada vez que en esas reuniones “semiclandestinas” suscriben acuerdos que “menoscaban” las leyes salidas “de este Parlamento” y de los que “hacen mofa” cuando se “sirven del dinero” de los españoles para “agasajar a criminales convictos, pero nunca arrepentidos”.

Además, acusó a Sánchez y sus enviados de vender “en almoneda nuestra soberanía menoscabando ante nuestros aliados la imagen de nuestro país” y de homologar “ante los ojos de la opinión pública internacional con tantos otros Estados fallidos o al borde de serlo”, como Bosnia, Kosovo, Ruanda, Colombia o El Salvador.

“CÓMPLICES”

La diputada del PSOE Montse Mínguez dijo a Flores que tiene algún “enemigo” en Vox por proponerle a él, un “condenado por la Justicia por maltrato”, a hablar de una iniciativa que se titula “prohibir negociar” con “prófugos o condenados por la Justicia”. “El Gobierno no puede, pero Vox puede tenerlos dentro a los prófugos y los condenados por la Justicia”, deploró.

A su juicio, lo que “perjudica” la imagen exterior de España es que Santiago Abascal diga que “pronto veremos” a Sánchez “colgado por los pies”. Esto, dijo, es un “ataque directo a la democracia” y dijo al PP que “no vale” que lo condenen “con la boca pequeña”, sino que debe tener “consecuencias institucionales” o los populares serán “cómplices”.

En el PP, la diputada María Jesús Moro señaló que hoy es un día “muy triste” que se “recordará” como el momento en el que “unos pocos sometieron a un Gobierno irresponsable para borrar sus delitos e imponer sus planteamientos ideológicos rupturistas a todo un país”, refiriéndose a la toma en consideración de la ley de amnistía que se aprobará hoy.

Sobre la iniciativa de Vox, subrayó que le “estremece” que se tenga que recordar el Ejecutivo “sus obligaciones esenciales en Estado democrático”. Lo “terrible”, comentó, es pensar que esta proposición no de ley “ya no es preventiva” porque los hechos para los que se reclaman medidas “ya se han consumado”. Además, deploró que el Gobierno no se da por “aludido”.

EN CONTRA

Por parte de Sumar, Enrique Santiago denunció que esta iniciativa de Vox es “otro ataque” a ese “pluralismo político” en la persona de Yolanda Díaz, por parte de un partido que “ha ignorado leyes y sentencias” de tribunales “cuando le ha interesado” manteniendo como portavoz parlamentario “a un condenado por la Audiencia Provincial de Madrid”. “Consejos vendo que para mí no tengo”, ironizó.

Desde ERC, la diputada Pilar Vallugera señaló que esta iniciativa de Vox “es la definición de lo que es la anti política” y destacó que su partido considera que “no hubo ningún delito” en el referéndum celebrado en Cataluña en 2017, sino que este tema trata de la “construcción de una sociedad propia”.