Lo hizo por 20 votos a favor y 17 en contra en una sesión celebrada en la Comisión Constitucional de la Cámara Baja, cumpliendo lo establecido en la disposición adicional tercera de la ley 3/2015, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado, en la que se determina que determinados nombramientos del Gobierno, como la Presidencia de la Agencia EFE, han de examinarse previamente por la comisión parlamentaria competente.

Luego del plácet del Congreso a Miguel Ángel Oliver, su presidenta, Francina Armengol, trasladará al Gobierno esta decisión para que el Consejo de Ministros pueda ratificar su nombramiento como presidente de la Agencia EFE.

Miguel Ángel Oliver comenzó su intervención transmitiendo su pésame por el fallecimiento ayer de “dos reconocidos periodistas y articulistas”, en referencia a Antonio Burgos (1943-2023) y Miguel Ángel Gozalo (1938-2023), que ejerció la Presidencia de la Agencia EFE entre 1996 y 2004.

En su alocución, Oliver recordó que su vocación periodística se despertó con motivo de la cobertura del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, para, a continuación, repasar su trayectoria, que comenzó en 1984 en la Cadena Ser, continuó en Cuatro desde 2005 y prosiguió desde 2021 en Mediaset como editor y presentador de espacios informativos, con un lapso de tres años (2018-2021) como secretario de Estado de Comunicaciones, donde ejerció una “importantísima función para servir a mi país”.

SECRETARÍA DE ESTADO

Este aspecto de su trayectoria fue la que concentró la mayor parte de las críticas de los diputados, particularmente de los del PP y Vox, aunque también, más templadas, las de Sumar.

Sobre este particular, rememoró que la pandemia fue “algo tan excepcional, que quebró tanto nuestro esquema de valores, nuestra perspectiva de futuro, que todo, siendo excepcional, fue realmente un acto heroico de la sociedad poder superarlo”. “En ese momento, el mundo, no sólo España, tembló”, apostilló.

La irrupción de la covid-19, evocó Miguel Ángel Oliver, provocó la suspensión de toda la actividad, incluyendo las ruedas de prensa presenciales, en el Palacio de la Moncloa. “Una situación inédita”, arguyó.

A pesar de ello, defendió que se habilitaron chats de WhatsApp para que los periodistas trasladaran las preguntas que consideraran. Este sistema desembocó en la celebración de videoconferencias cuando fue “técnicamente posible”, ya que “en Moncloa hay importantes medidas de seguridad que dificultan más de lo imaginable” este sistema de comunicación. “No dejó nunca de preguntarse”, se defendió.

Miguel Ángel Oliver se mostró comprensivo con las “objeciones” que las asociaciones de periodistas manifestaron a su labor en aquella época, pero las contrapuso a la “satisfacción” que le produjo haber permitido formular preguntas a miembros del Gobierno a profesionales de la información de medios locales y sectoriales que nunca había podido hacerlo.

LISTA DEL PSOE

El próximo presidente de la Agencia EFE también despejó las críticas que se le hicieron sobre su presencia como cierre de la lista de Ángel Gabilondo (PSOE) en las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid en 2019.

Respecto a esta cuestión, aseveró que “me llena de orgullo” haber sido miembro de la lista, lo que representa el “hecho constitucional de la participación política”, que, a su juicio, es “un derecho habilitante, no inhabilitante”.

Esto le sirvió para recordar que no es la primera vez que alguien vinculado a un partido político ocupa un cargo en un medio público, recordando que Fernando López-Amor dejó de ser diputado del PP en 1997 para presidir RTVE.

Apuntó que Ángel Gabilondo es actualmente Defensor del Pueblo como consecuencia del “consenso” entre los distintos partidos políticos. “Si lo hubo entonces, ¿por qué no habría de haberlo de acuerdo a mi trayectoria para ser nombrado presidente de EFE?”, se preguntó.

PROYECTO

Miguel Ángel Oliver presentó a la Agencia EFE como el “mejor destino” para un periodista y subrayó que ésta “se viene comportando en democracia con rigor informativo, con pluralidad y siempre con imparcialidad”.

Abundó en que EFE es “una atalaya principal” que “consolida” el “derecho a comunicar y transmitir libremente información veraz”, además de ser un “gran medio” que proyecta la lengua española en el mundo y en el que “millones de personas en Latinoamérica” tienen un “faro, una garantía de democracia y libertad”.

Tras este exordio, consideró llegado el momento de dar “nuevos pasos en la senda de la competitividad periodística y en la modernización y la estabilidad empresarial y laboral”. Esto le sirvió para esbozar un “panorama competitivo nacional e internacional distinto al de hace una década”, marcado por la “proliferación de medios digitales y redes sociales” que hace que las agencias sean “más prescindibles” para los medios e instituciones, que aprovechan la situación para negociar a la baja sus suscripciones.

Refrendó que “EFE es una garantía de democracia” y verbalizó un mantra en la profesión, según la cual “si EFE, lo dice, es verdad”, lo que le permitió ensalzar la calidad de sus trabajadores (500 en España y 400 en el extranjero).

Por ello, adujo que sus principales esfuerzos como presidente se centrarán en auspiciar el “crecimiento periodístico y comercial y la consolidación financiera”, para lo cual consideró necesario “dinamizar la renovación tecnológica y promover la incorporación de nuevos perfiles adaptados a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías”.

A su juicio, “el teletipo por sí solo no basta”, por lo que se abrió a ahondar en la “integración audiovisual” y en los “formatos multimedia”. También apostó por encontrar fórmulas que posibiliten “reequilibrios territoriales” en la Agencia EFE, por aumentar la producción de información en inglés y por cuidar el “tesoro de la lengua, el tesoro de las lenguas”, para lo cual reseño la importancia de la FundéuRAE.

IMPARCIALIDAD

Miguel Ángel Oliver manifestó que “la imparcialidad de EFE está en su propia naturaleza” y dejó claro que “no he recibido ni una sola instrucción ni encargo del Gobierno” para ejercer su labor, aseverando que “no seré ni quiero ser el comisario político de EFE; quiero ser un periodista más, un buen gestor”.

También se mostró de acuerdo con el contenido del comunicado del Consejo de Redacción de EFE en el que defendían su profesionalidad ante la propuesta de su nombramiento, y comentó que “no voy a la agencia a ser el primer periodista”, sino que “quiero ser su gestor con una amplia trayectoria periodística”.

Concluyó su intervención rememorando la parábola bíblica de “por sus hechos los conoceréis”, adaptándola a su situación, al invitar a los diputados a que “se me juzgue sobre mi trayectoria”.

GRUPOS PARLAMENTARIOS

Eduardo Carazo (PP) espetó a Miguel Ángel Oliver que “le ha tocado la pedrea de cargos públicos de Sánchez”, cuando la Agencia EFE “debería ser independiente” y cuestionó su independencia e imparcialidad ateniéndose a su presencia en la lista electoral del PSOE y a su labor como secretario de Estado de Comunicación.

Por ello, avanzó que su grupo ha presentado una proposición no de ley para evitar que el presidente de la Agencia EFE sea alguien que ha ostentado cargos públicos en el pasado y para que el Pleno del Congreso de los Diputados se pronuncie sobre la idoneidad de los candidatos.

Lourdes Méndez Monasterio (Vox) consideró “excelente” la trayectoria profesional de Miguel Ángel Oliver, aunque dudó de su “idoneidad” para el cargo que ostentará, sobre la cual ha provocado un “gran consenso” en contra en “medios de izquierdas y de derechas”.

Tras acusarle de “intoxicar” con los “datos sobre muertes, mascarillas y vacunas” durante la pandemia, le presentó como “la última pieza del tablero para dar el jaque mate a los poderes del Estado”.

Nahuel González (Sumar) transmitió el “sí crítico” de su grupo con su nombramiento, el cual juzgó “legal” y ajustado a los requisitos que se evalúan en la Comisión Constitucional. “Una cosa es la legalidad y otra la legitimidad”, objetó”, y “ahí es donde hay dudas”. Por esa razón, planteó renovar el sistema de nombramientos para cargos públicos para paliar el “déficit democrático de gobernabilidad de los medios”.

Por último, Cristina Valido (Coalición Canaria) consideró a Miguel Ángel Oliver un “candidato perfecto para la dirección de una agencia que todos tenemos en tan alta estima”; mientras que Artemi Rallo (PSOE) comentó que únicamente pueden dudar de aquel “quienes ponen todo en duda por interés para sus intereses políticos”. Tras afirmar que presenta una “trayectoria impecable, sin mácula ni tacha”, consideró que su labor como secretario de Estado de Comunicación es un “añadido” que le “revaloriza”.