Frente a estos “ataques de la izquierda europea”, los consejeros de Vox Gerardo Dueñas, Ángel Samper, José Luis Aguirre e Ignacio Higuero defienden que el glifosato no solo es una “herramienta indispensable para la sostenibilidad de la agricultura”, sino que también “cumple con los objetivos de sostenibilidad de la UE”.

Vox explica en una nota que el glifosato es una herramienta “indispensable para la sostenibilidad de la agricultura al permitir el control de las malas hierbas que compiten por el agua, los nutrientes del suelo y la luz del sol con los cultivos” y destaca su “innegable eficacia para controlar las malas hierbas, su facilidad de uso y su coste relativamente asequible”.

De hecho, comenta que no existe una alternativa que, “desde el punto de vista técnico y económico, pueda sustituir su empleo” y añade que muchos de los enfoques alternativos sugeridos para la gestión de las malas hierbas requieren la reintroducción de prácticas agrícolas mecanizadas”, aparte del “impacto negativo que esto tendría en el medio ambiente”.

Así, Vox alerta que, de prohibirse este herbicida, “al agricultor solo le quedaría la opción de volver a aplicar laboreo o recurrir a la combinación de varios herbicidas para garantizar un correcto control de las malas hierbas, lo que incrementaría tanto el coste como los efectos no deseados sobre el medio ambiente”.

Por todos estos motivos, Vox dice que el glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo. Y, frente a las “falacias manipuladoras que dudan de su seguridad para la salud”, esta ha sido testada y posteriormente certificada por la AESA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) y la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos.

Por todo ello, los consejeros del sector de Vox en Castilla y León, Aragón, Valencia y Extremadura quieren mostrar su apoyo al uso del glifosato y se comprometen a seguir luchando desde sus comunidades autónomas para hacer frente a la Agenda 2030, que “solo responde a fanatismos climáticos y no a las necesidades de los agricultores”.