El Consejo de Ministros aprobó este martes el cese de Antonio Hernández, quien fuera el subordinado de Paco Salazar en Moncloa, tras publicarse que, según las denunciantes, colaboró en ocultar los presuntos episodios de acoso en los que habría incurrido su jefe.

Fuentes de La Moncloa confirmaron este cese asegurando que también dejará la Ejecutiva del partido en Andalucía. En este caso, la vicepresidenta María Jesús Montero y el director de gabinete de la Presidencia, Diego Rubio, realizaron esta operación, de la que también estaban enteradas la secretaria de Organización, Rebeca Torró, y la portavoz de la Comisión Ejecutiva Federal, Montse Mínguez.

Así, desde el Gobierno llamaron el domingo a Hernández para comunicarle la noticia y explicarle que su nombre figura en más de una denuncia presentada en Ferraz como presunto encubridor de los supuestos comportamientos de Salazar. Fuentes socialistas aseguraron a Servimedia que el presidente “no tenía conocimiento de estos hechos” y “en cuanto lo supo actuó”. Se trata de atajar de raíz este caso, como también se hizo pidiéndole el acta de diputado al exsecretario de Organización, José Luis Ábalos, antes de que se decretase su actual prisión preventiva, esgrimen estas fuentes.

Desde el partido llaman a “esperar” a que “la comisión independiente” del partido resuelva este caso y presente el informe “más pronto que tarde”. Con este paso, fuentes del Gobierno asumen que “se están haciendo cosas al respecto” para calmar los ánimos en el partido y también de cara a la próxima reunión con los responsables de Igualdad. Asimismo, pretenden evitar que el partido presente este asunto en Fiscalía, tal y como defiende Sánchez. “Son las denunciantes las que tienen que decidir si lo presentan o no”, señalaron las mismas fuentes.