CONSTITUCION. ZAPLANA TACHA DE "DESLEAL" PROPONER REFORMAS DE LA CONSTITUCION COMO TACTICA PARA "ROMPER EL MARCO DE CONVIENCIA"
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, dijo hoy que es "un ejercicio de deslealtad intentar un simulacro de reforma de la Constitución cuando lo que se pretende es romper el marco de convivencia y cambiar el sentido de la Constitución del 78 radicalmente".
Zaplana hizo esta afirmación en la clausura de la II Jornada de Periodismo Coca Cola, justo antes de reclamar al PSOE que explicite cuáles son sus planes para el futuro diseño de España y de advertir alos dirigentes socialistas que la defensa de la Constitución no es compatible con los pactos alcanzados con ERC para formar gobierno en Cataluña.
Para el ministro, aquéllos que, como los partidos nacionalistas o el PSOE, se muestran partidarios de abordar la reforma de los Estatutos de autonomía, no sólo están pidiendo cambios en los textos reguladores de la comunidad afectada, sino que "quieren un cambio de régimen y un cambio de la Constitución" que el PP no está dipuesto a aceptar.
Sin restar egitimidad a los que hacen estas peticiones, Zaplana abogó por la defensa sin complejos de las posiciones que sostienen el presidente José María Aznar y el PP, tan sólo partidarios de "reformas secundarias" de la Carta Magna, como la relativa a la eliminación de la discriminación por género en el régimen sucesorio de la Corona.
Según dijo, los populares son partidarios de un "debate sereno y muy sincero" en el que cada partido exprese sus posiciones, y adelantó que, para el Gobierno, "el cambio de régmen es absurdo", sobre todo en materia autonómica, donde se ha llegado a un "desarrollo bastante razonable y sensato".
Para Zaplana "si abrimos el melón" de la reforma constitucional "nos podemos encontrar con alguna sorpresa y si lo abrimos tenemos que saber exactamente lo que se propone, para qué se propone y dónde nos va a llevar esa reforma".
INESTABILIDAD
Ya en clave catalana, el ministro Portavoz aseguró que las relaciones institucionales entre un Ejecutivo central del PP y el Gobierno caalán formado por PSC, ERC e IC serán de "máximo respeto, diálogo y colaboración".
Sin embargo, adelantó que estas relaciones institucionales son "compatibles" con la crítica política. Dentro de ese marco, aventuró que el pacto a tres bandas para formar un gobierno progresista en Cataluña "generará cierta inquietud e inestabilidad en el futuro" y arremetió contra los socialistas por preferir pactar con una formación declaradamente republicana e inedependentista a otras opciones, más acordes con la defesa de la Constitución.
En ese sentido, rechazó las propuestas de reforma de la financiación autonómica venidas de Cataluña, y que el tripartito piensa impulsar para conseguir un sistema de financiación similar al del cupo vasco. Zaplana consideró grave el "intento de trastocar" un acuerdo de financiación que sólo tiene dos años de vigencia y que fue firmado por todas las comunidades.
Para el Portavoz del Gobierno, el Partido Socialista ha suscrito el acuerdo que le permitirá formar gobierno en Caaluña por simple ansia de recuperar el poder, que es lo que les anima desde que en 1996 perdieron el Gobierno por "escaso margen".
A su juicio, los socialistas sólo están "preocupados" por recuperar el poder y lo intentan hacer mediante acuerdos como los suscritos en Baleares, en Galicia o en Cantábria que, según Zaplana, han sido siempre perjudiciales para el PSOE, al que acusó de conducirse con "incoherencia", actitud que "al final se paga".
La solución ideal a esta situación, según el ministro es que los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, estén de acuerdo en la defensa de los valores constitucionales y sean "coherentes" en sus planteamientos.
Zaplana estima que, tras la formación del nuevo Gobierno catalán, CiU "lo tiene muy difícil" porque es un partido que creció en el poder, que lleva 23 años gobernando y cuya diversidad ideológica interna estaba conjugada gracias a la personalidad política de Jordi Pujol, por lo que su paso a la oposición no será fácil. En todo caso, garantizó, el P "no va a intentar hostigar" a otras fuerzas políticas.
CRISPACION
El Portavoz del Gobierno respondió también a las acusaciones que se hacen contra el Gobierno de crispar el debate político. Según dijo, el PP "no ha roto ningún consenso" y es "heredero" de la Constitución, para cuya reforma reclama el mismo consenso conseguido para su aprobación en 1978.
Argumentó que lo que está en juego en este momento es el modelo de España que se adopta para el futuro y, por tanto, se trata de un debate de alado, y no de simple confrontación política preelectoral. Advirtió de que el PP se opondrá en todo caso a las propuestas de "segregación o separatismo" y llegó a afirmar que está de acuerdo con quienes en su día dijeron que prefieren "una España roja a una España rota".
(SERVIMEDIA)
11 Dic 2003
SGR