El crecimiento ha sido bastante parejo tanto en edificación como en obra civil, con aumentos respectivos del 10,3 y 11,1%. La edificación ya obtuvo tasas positivas a partir del segundo trimestre de 1994, cerrando el año con un crecimiento del 1,3%.

De sus dos componentes, la edificación residencial sigue siendo el motor fundamenta de la actividad dadas las necesidades de vivienda existentes, si bien todavía no existen datos concretos sobre su comportamiento exacto en el primer trimestre. El año pasado la residencial creció un 2,4% y la no residencial cayó un 1,2%.

Por su parte, la obra civil no despegó hasta el último trimestre del 94, con un crecimiento del 9% (1,9% en todo el año). En los tres primeros meses del 95, supera esa tasa y se sitúa con un aumento del 11%.

El servicio de estudios de Argentaria espera que se matengan elevadas tasas de actividad durante el próximo año y medio, "dada la larga duración de las obras de construcción y los grandes volúmenes de obra licitada".