Rotella se querelló contra Hormaechea en 1993 por injurias y calumnias, como consecuencia de unas declaraciones efectuadas por el presidente cántabro en el transcurso de un mitin político y una conferencia de prensa ofrecida durante la campaña electoral a las elecciones generales, por las que la acusación solicita un año de destierro, un añ de arresto mayor y 500.000 pesetas de multa.

La vista oral, segunda a la que se somete el presidente regional en menos de una semana acusado de injurias, no contó con su presencia, sin que justificase su ausencia ante el Tribunal. Durante la vista, Manuel Rotella explicó cómo Juan Hormaechea intentó contar su voto durante la legislatura 1987-1991 "y por no doblegarme políticamente he sufrido desde entonces una persecución total", dijo.

El empresario cántabro, retirado de la vida pública desde 191, afirmó que "el Gobierno de Hormaechea me lo ponía muy difícil", lo que le obligó a recurrir a sus propios empleados, cerca de 200 trabajadores, y explicarles la difícil situación "porque estaba jugando con su pan".

Según Rotella, desde su enfrentamiento político con el presidente regional y su posterior abandono de la vida pública han sido muchas las dificultades para obtener licencias de obras y se ha visto sometido a continuos ataques por parte de Juan Hormaechea, "dándome la sensación", dijo, "d encontrarme en Sicilia".

Los hechos juzgados hoy en el TSJC tuvieron lugar durante la campaña electoral de 1993, cuando Juan Hormaechea acusó durante un mitin político y una conferencia de Prensa de auspiciar una formación (el Partido Regionalista de Cantabria) con el único fin de "darle licencias al señor Rotella" y de alcanzar la alcaldía de Torrelavega bajo las siglas del PSOE para concederse licencias.

La querella considera que estas manifestaciones de Juan Hormaechea sólo tenían como objetodesprestigiar al empresario cántabro.

El juicio oral quedó suspendido hoy a la espera de que se transcriban las cintas en las que se vierten estas acusaciones, tras lo cual se procederá a declarar el caso visto para sentencia.