Construcción

El consumo de cemento en España se redujo un 0,8% en 2022 lastrado por el bajo nivel de ejecución de obra pública

- El sector prevé un 2023 plano o a la baja a la espera de un impacto significativo de los fondos europeos en 2024

MADRID
SERVIMEDIA

El consumo de cemento en España alcanzó las 14.911.448 toneladas en 2022, lo que supuso un descenso del 0,8% con respecto a 2021, que el sector atribuye al bajo nivel de ejecución de obra pública que ronda el 60%.

Así lo señaló en una rueda de prensa el presidente de la patronal cementera Oficemen, José Manuel Cascajero, quien valoró que el cierre del año fue mejor de lo previsto tras el inicio de la guerra en Ucrania.

De hecho, el consumo de 2022 fue el segundo más elevado de la última década y aún permite mantener los volúmenes de consumo en el entorno de los 15 millones de toneladas.

“2022 ha sido un año atípico y complejo. La invasión de Ucrania trajo consigo una fuerte incertidumbre económica a escala internacional acompañada de un crecimiento acelerado de los costes energéticos y la inflación, variables ambas que han marcado la evolución del ejercicio”, apuntó Cascajero.

Además, destacó que “a pesar de los excelentes resultados del arranque y la expectativa de convertirse en el año de la recuperación, finalmente las caídas de consumo encadenadas desde mayo nos han dejado con un volumen de consumo plano, muy similar al de 2021”.

En el retroceso influyó la caída del 6,3% registrada en diciembre, un mes en el que el consumo se vio lastrado por la incidencia generalizada de las lluvias en gran parte del territorio nacional, y en el que se perdieron cerca de 80.000 toneladas con respecto al mismo mes de 2021.

Sobre 2023, Cascajero explicó que “esperamos un inicio de año con valores en negativo, como consecuencia de la comparativa con el buen arranque que tuvimos en 2022”.

Sin embargo, Oficemen confía en que a lo largo del año se aprecie una ligera recuperación, impulsada por la llegada de los fondos del Plan de Resiliencia cuyo impacto “aún no se está notando”, añadió Cascajero, quien no espera un impacto significativo hasta 2024.

En este contexto, el departamento de estudios de Oficemen baraja una horquilla de entre un 0% y un -3% para la evolución del consumo en España en 2023. “Finalizar el año en uno u otro extremo de esta horquilla dependerá de la evolución macroeconómica en lo referido a los tipos de interés, la inflación, los costes energéticos, la llegada de los fondos europeos y, sobre todo, de la ejecución real de la obra pública”, apuntó.

Este bajo nivel de ejecución deslució la reactivación de la obra pública tras la pandemia y la llegada de los primeros fondos europeos, que situaron la licitación pública en su nivel más elevado desde la anterior crisis.

En concreto, en 2022, entre la administración central, comunidades autónomas y ayuntamientos, se licitaron proyectos por 30.074 millones de euros, un 27,9% más que en el ejercicio anterior. La cifra es además la mayor desde el año 2010.

“Sin embargo, de acuerdo con las cifras presentadas en los Presupuestos Generales del Estado 2023 (PGE’23) la previsión de inversión ejecutada en 2022 de las empresas públicas no ha alcanzado el 60%”, lamentó el presidente de Oficemen.

En cuanto al sector privado, la patronal cementera considera que el inmobiliario encara un año 2023 con bastante incertidumbre motivada por la subida de los tipos de interés y el encarecimiento de la vivienda, que hará que descienda la demanda.

CAÍDA DE LAS EXPORTACIONES

En 2022, las exportaciones de cemento y clínker cayeron un 16,8%. En valores absolutos, el pasado año se exportaron 5.619.052toneladas.

Por su parte, las importaciones también registraron una caída del 5,4%, llegando a los 1.353.137 toneladas.

Según explicó Cascajero, el sector ha perdido competitividad por las consecuencias del mercado de emisiones de CO2 en Europa, que ha triplicado su coste desde 2019, algo que se suma al incremento de los costes energéticos y de las materias primas.

Además, señaló que el hecho de que no existan mercados de carbono fuera de Europa provoca que otros competidores de la cuenca mediterránea como Argelia, Turquía o Egipto estén ocupando el hueco de España, que desde el máximo registrado a finales de la primera década de este ciclo ha perdido ya cerca de un 50% de sus ventas al exterior.

Por ello, Oficemen aplaude el acuerdo alcanzado recientemente en la Unión Europea sobre el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM), una de las reivindicaciones históricas clave de la industria del cemento, tanto a nivel de mercado, porque garantizará un tratamiento equilibrado de las importaciones en todos los países miembros, como a nivel de garantía y seguridad jurídica, ya que fomentará las inversiones para favorecer el cumplimiento de los objetivos de descarbonización.

“No obstante, vigilaremos de cerca el cumplimiento real del CBAM, la evolución de su efectividad y sus posteriores revisiones, ya que mientras no se adecúen correctamente y con rapidez estos mecanismos en cada fase, la pérdida de competitividad seguirá ampliándose impidiendo una descarbonización real de nuestra economía”, finalizó Cascajero.

(SERVIMEDIA)
10 Feb 2023
JBM/gja