Aedenat asegura en un comunicado que a raíz de la contaminación interna de nueve trabajadores por inhalación de sustancias radiactivas en febrero de 1996, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ordenó, entre otras medidas, que se ealizasen pruebas de detección de radiación en las fosas nasales de los trabajadores al término de cada jornada laboral, prueba conocida con el nombre de "frotis nasal".

Según Acció Ecologista y Aedenat, el 20 de marzo de 1997 un trabajador de una de las empresas contratadas, ocupado en tareas de vigilancia radiológica, dio un nivel alto en la prueba de "frotis nasal". Este trabajador ya había resultado contaminado en febrero de 1996.

Los resultados de las pruebas que se le han realizado hasta elmes de septiembre, agregan los ecologistas, muestran que la dosis efectiva recibida ha sido de 31 miliverts, por debajo de los 50 de límite, pero la dosis detectada en huesos -que indica la acumulación producida- fue de 576 miliverts, lo que supera en 76 miliverts el límite legal permitido.

Las dos organizaciones denuncian en el comunicado "la reiteración de accidentes en el proceso de desmantelamiento de Vandellós 1, realidad que contrasta con el triunfalismo de la versión propagandística de Hifrensay Endesa, que pretenden presentar dicho proceso como innovador y modélico a nivel internacional".

Los ecologistas recuerdan que la superación del límite legal de dosis está tipificada como infracción muy grave e implica sanciones de entre 7 y 100 millones de pesetas. Aedenat y Acció Ecologista denuncian "el secretismo y la manipulación" que rodean todo el tema nuclear y piden el cierre progresivo de las centrales que están en funcionamiento.