Manchado, en una entrevista concedida a Servimedia, explicó que en sectores como la hostelería, donde no hace falta ningún tipo de cualificación para empezar a trabajar, este contrato puede fomentar el fraude, si los empresarios lo utilizan para contratar temporalmente mano de obra barata.

Sin embargo, el presidente de la patronal de la economía social, integrada por cooperativas, mutualidades y sociedades anónimas laborales, se mostró faorable a la reforma laboral emprendida por el Gobierno, ya que "tenemos la prueba de que las relaciones flexibles entre el capital y trabajo son mejores para navegar en tiempos de crisis".

En este sentido, Manchado aseguró que la mayoría de las empresas integrantes de CEPES han acometido la congelación e incluso reducción de sus salarios para paliar la crisis. "Antes que reducir personal, nos achicamos en las relaciones laborales", indicó.

El presidente de CEPES aseguró que esto posibilita que su empresas tengan una "mortalidad y siniestralidad inferior, ya que el trabajador es el propio dueño de la empresa, lo que nos da mayor capacidad de resistencia, porque trabajamos a largo plazo".

A su juicio, la convocatoria de huelga general realizada por los sindicatos "no es conveniente en la situación actual" y dijo que la falta de acuerdo en las negociaciones de reforma del mercado laboral debe de ser aplicable a ambas partes. "Parece claro que los sindicatos no han realizado propuestas alternativs y se han limitado a rechazar las del Gobierno", indicó.

El CEPES agrupa a unas 25.000 empresas, con una facturación de unos tres billones de pesetas. Entre ellas, se encuentran el Grupo Mondragón (Fagor), que es la mayor cooperativa industrial de Europa, el grupo de distribución Eroski, la azucarera Acor y la agrícola Coren.