"En aquel momento", añadió, "yo no sé si Franco era bobo o los bobos eran los que le rodeaban y censuraban". La escritora explicó que cuando le censuraban una novela sólo se limitabacambiar los nombres de los personajes y a insinuar la idea original, "y así pasaban la censura, lo que a mí me hacía mucha gracia".

Autora de más de 500 títulos, la escritora confesó tener a medias una novela que no tiene intención de acabar. "La tengo a la mitad, pero como no me gusta, no la voy a terminar. Es la primera vez que me pasa", añadió.

Además, reconoció que le gustaría que su obra fuera reproducida de nuevo "tal cual fue escrita, con su sintaxis no muy correcta, pero con todo lo que asó en aquella época, sin quitarle ni ponerle nada".

Corín Tellado, que se autodefinió como una contadora de cuentos y una escritora maliciosa, sagaz y erótica encubierta, subrayó que "me onorgullezco mucho de mi obra. No envidio nada ni a nadie, ni quiero ser otra persona de la que soy. Es posible, como dicen algunos, que sea la única contadora de historias del mundo".

Reconoció que desearía que la televisión y el cine volvieran a retormar sus obras, de las que 26 ya se llevaron en su día a la pntalla. "Además de historias de amor", apuntó, "recogen los hábitos de toda un época".

La escritora asturiana participó hoy en el seminario "La novela rosa", dentro de los cursos de verano de El Escorial, organizados por la Universidad Complutense.