Así lo reveló este miércoles Redeia, que apunta que el coste de dicha programación reforzada representa el 2,34% de los costes totales del sistema eléctrico desde el día del cero peninsular, que superan los 18.000 millones de euros.

En octubre, el coste de la programación reforzada supuso un 2,9% sobre el precio final de la energía del mes (95,01 euros por megavatio hora).

Esto implica, según Redeia, que para un usuario sujeto a PVPC con un consumo medio mensual de 300 kilovatios hora (KWh), la operación reforzada ha tenido un coste en octubre de 3 céntimos al día.

A este respecto, Redeia sostiene que es incorrecto realizar comparativas directas con el año 2024, ya que el sistema eléctrico está en evolución y cada día se enfrenta a nuevas situaciones de operación no equivalentes a las del año anterior. Dicha comparación supone un incremento del 31% de dichos costes.

Por otro lado, Redeia apunta que en los primeros nueve meses del año, la programación reforzada representa el 0,8% del volumen de energía renovable no gestionable que no se integró en el sistema por motivos de seguridad. Son los llamados “vertidos técnicos” o por restricciones técnicas de red, cuyo aumento este año se debe fundamentalmente al incremento de la potencia instalada renovable.

Redeia no dispone de estimaciones de los denominados “vertidos económicos”, que es la energía que no se integra en el sistema porque no casa en los mercados por motivos ajenos a Red Eléctrica.

En relación con la operación reforzada, Redeia explica que su intención es mantenerla con las necesarias adaptaciones a un sistema en constante transición, hasta que se aprueben e implementen todas las medidas normativas, varias de ellas propuestas en su informe de análisis del incidente.

También hasta tener claro el fenómeno que causó la oscilación anómala y forzada, y hasta que el comportamiento de los sujetos del sistema sea acorde a los requisitos normativos de control de tensión, pudiendo así mitigar tanto las variaciones rápidas de tensión como sus consecuencias, especialmente respecto a la eventual desconexión de instalaciones de generación conectadas a redes de distribución como ocurrió el día del apagón.