Los fragmentos se desplomaron hacia las 15,35 horas, minutos antes de la hora prevista para el comienzo de la sesión plenaria, sobre los bancos azules, destinados a los miembros del Gobierno.

El accidente pudo haber tenido consecuencias graves si se hubiera producido cinco minutos después, una vez que sus señorías estuvieran sentadas en os escaños.

El techo del hemiciclo consta, en su parte central, de una vidriera semicircular móvil, plomada y decorada, que puede cerrarse o abrirse girando sobre su centro geométrico, como si se tratara de un abanico.

A los pocos minutos de producirse el accidente ya habían sido recogidos los cristales, pero los diputados no fueron convocados hasta las 16,30 horas por problemas técnicos para terminar de plegar la mencionada cristalera.