IA
Cristian Albeiro Carmona Hernández impulsa una transformación digital basada en la ética, la inclusión y la generación de confianza para reducir la desigualdad
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En un contexto de rápida adopción tecnológica y ante la urgencia de la nueva Ley de Inteligencia Artificial (IA) europea, el consultor experto en transformación digital, Cristian Albeiro Carmona Hernández, propone un nuevo marco para la innovación centrado radicalmente en las personas. Su objetivo: asegurar que la inteligencia artificial y el blockchain sirvan como "un puente y no una barrera”, priorizando la reducción de la brecha social sobre la simple implementación de software.
Cristian Carmona Hernández advierte contra las "transformaciones de escaparate” que ignoran el factor humano. El principal reto de la digitalización no es técnico, sino cultural. Su tesis central es que "la transformación digital empieza y termina en las personas". Sin una inversión real en formación continua y en la adaptación de perfiles para tareas de mayor valor, la automatización corre el riesgo de agravar la desigualdad y el desempleo juvenil. Esta brecha digital no solo afecta a los trabajadores; también deja atrás a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que carecen de capital humano especializado.
Para que la tecnología genere inclusión, debe generar confianza. La propuesta de Cristian Carmona Hernández se basa en la "ética operativa”, donde la transparencia, la explicabilidad y la seguridad se diseñan desde el inicio, no como un apéndice. El experto utiliza la metáfora del "Juego Limpio Digital" aplicada al deporte: si un algoritmo de IA no puede explicar por qué recomienda una carga de entrenamiento que pone en riesgo la salud de un deportista, "no debería decidir sobre el cuerpo ni la carrera de nadie". Esta misma lógica exige que la IA sea explicable en sectores críticos como la sanidad o la banca.
"La innovación no se mide en algoritmos, sino en desigualdad reducida", afirma Carmona Hernández. "Una tecnología que no podemos explicar a un ciudadano, o que no protege la soberanía de los datos de un atleta, no es inteligente. Es una irresponsabilidad que genera desconfianza y fractura social ".
La visión del consultor es eminentemente pragmática. Propone abandonar los "pilotos de concepto eternas” y centrarse en "empezar pequeño, medir pronto y escalar con gobernanza". Este enfoque de "menos ruido y más impacto” es crucial para la inclusión social, ya que ofrece una ruta accesible y con métricas claras para las pymes. Se trata de coordinar personas y datos con un "para qué" claro, asumiendo también la responsabilidad de un "futuro digital verde” que mida y gestione su huella energética.
La digitalización ya no es opcional. El debate que plantea Carmona Hernández es sobre su propósito. La tecnología tiene el potencial de ser el gran igualador, pero solo si se construye "juntos” y con un compromiso ético sólido. El objetivo final es claro: "La tecnología debe servir a la humanidad, no al revés".
(SERVIMEDIA)
11 Nov 2025
s/gja


