"Nos encontramos con una sociedad global e hiperconectada, con múltiples desafíos, que tienen lugar a una velocidad y escala superiores a las que el ser humano ha experimentado anteriormente. Cruz Roja, en la actualidad, es un referente a nivel mundial en pensamiento y respuesta humanitaria. En este sentido, a través de la fundación, buscamos aprovechar el conocimiento y la experiencia de la organización para detectar, analizar y anticipar los grandes desafíos de futuro como humanidad”, destacó Senent.

El propósito de la fundación será impulsar en la sociedad pensamiento humanitario que contribuya a cambiar mentalidades y a realizar transformaciones, siempre en beneficio de las personas, y ha diseñado tres líneas de actividad.

La primera, sobre el pensamiento humanitario organizando encuentros con personas expertas y referentes nacionales e internacionales donde se facilite el debate, la reflexión y las ideas para que compartir sus conclusiones y recomendaciones con toda la sociedad; la segunda, sobre el talento humanitario, con el objetivo de provocar y potenciar la aparición de referentes humanitarios en los entornos cotidianos, especialmente en los profesionales y con los más jóvenes; y la última, sobre investigación humanitaria, impulsando trabajos y estudios propios o apoyando otros dentro y fuera de Cruz Roja que ayuden a centrar el debate y la reflexión.

Para cada año se ha establecido un tema de impacto humanitario destacado. En el 2023 la Fundación abordará el cambio climático y la vulnerabilidad, donde se incluyen, entre otros desafíos, la pobreza energética, que tanto afecta en estos momentos a la población, los desastres naturales y las migraciones climáticas.

En 2024 serán la brecha digital, la tecnología humanitaria y la humanidad del metaverso los que se trabajen bajo el paraguas de 'tecnología y vulnerabilidad'. Los problemas de soledad no deseada y salud mental, junto a las adicciones, se abordarán en el 2025.