Bal hizo este juego de palabras, en declaraciones en El Álamo (Madrid), para sintetizar el hecho de que el Gobierno lograra ver convalidado en el Congreso de los Diputados su decreto de medidas contra el impacto económico de la guerra de Ucrania y a la vez se constituyera la comisión de secretos oficiales con la presencia de ERC, EH Bildu, JxCat y la CUP. En realidad, de estas cuatro formaciones sólo la abertzale votó a favor del decreto.

El portavoz de Cs tachó de “infamia” la inclusión de estos partidos en la comisión cambiando las reglas de nombramiento de los vocales “para que saliera lo que el Gobierno quería que saliera” y así “contentar a los independentistas” para “mantenerse en el poder aunque fuera a costa de vender los secretos oficiales a aquellos que quieren acabar con España”.

Bal se preguntó si a Sánchez no le “merecía la pena haber escuchado a la oposición” y aceptar alguna de sus propuestas para el decreto en lugar de acudir a los “sospechosos habituales” que son sus socios parlamentarios. En suma, indicó que el presidente “se ha retratado”, que quiere “seguir gobernando a golpe de decreto” y se preguntó “con quién lo va a hacer”, si con los partidos que defienden la ocupación, la quema de contenedores y la rotura de escaparates.

"MIEDO"

Remitiéndose a unas declaraciones de la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, para dar por supuesto que ese grupo ha obtenido “contraprestaciones” del Gobierno a cambio de su decisivo apoyo al decreto, Bal enfatizó: “Miedo me da saber qué es lo que Sánchez ha cedido a los herederos de Batasuna, el brazo político del terrorismo”. En su opinión, “no se puede tomar a Bildu como un agente político más” y recordó que así lo estableció el exvicepresidente del Gobierno socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, lo que le sirvió para lamentar que “el peor PSOE ha heredado al mejor PSOE”.

Además, animó al presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien ha deslizado que últimamente está de moda poner juntos a los lobos y a las ovejas, a que “sea valiente” y, en lugar de haber “salido con la boquita pequeña diciendo que no le gusta nada” incluir a los independentistas en la comisión de secretos oficiales, lo diga “con un altavoz en el seno del Partido Socialista”, para recuperar al viejo PSOE.

El portavoz de Ciudadanos también se refirió al recálculo de los pronósticos de crecimiento que ha tenido que hacer el Gobierno y lo aprovechó para pretender que la presidenta de su partido, Inés Arrimadas, ya lo sabía cuando en noviembre sugirió enmendar las previsiones. Además, reivindicó que en Andalucía, donde Cs ha desempeñado la Consejería de Economía y Empleo, hay 46.000 parados menos y la tasa de desempleo ha bajado 3 puntos en un año para tratar de establecer otro “secreto oficial: que, donde Ciudadanos gobierna, crece la economía y baja el desempleo”.

Antes de todo ello, Bal quiso reivindicar la figura de la diputada durante la II República Clara Campoamor, de cuya muerte se cumplen hoy 50 años. La describió como “la primera mujer liberal que luchó por el sufragio femenino” y como una “mujer valiente” que se opuso a otras diputadas de izquierdas que “decían que la mujer no podía tener derecho al sufragio porque estaban vinculadas a la Iglesia católica”.