Prada, que mantuvo un encuentro con la prensa para explicar el proceso de privatización de CI que se inicia la próxima semana, dijo que pese a que el expediente estaba preparado, han decidido paralizarlo porque se había detectado un mal cálculo en el personal que se iba a ver afectado.

En concreto, señaló, el número de 'retenidos' -personal afectado por regulación al que se pide que siga para no afectar a la actividad del grupo- seguía siendo "relevante", además de que no se compartía el criterio seguido para elaborar el ajuste de plantilla.

No obstante, el presidente de la CSI y la AIEseñaló que la anulación, comunicada ya a los sindicatos, no significa que no se deban tomar medidas de ajuste en la Corporación Siderúrgica, por lo que se ha transmitido a los potenciales socios extranjeros que pujarán en la privatización para que se tengan en cuenta en la elaboración de los planes industriales que diseñen.