Según informó CSIF, esta reivindicación se enmarca en del Día Mundial del Médico de Familia que se celebra este lunes y denuncia el “abandono” que estos profesionales viven por parte de las diferentes administraciones, que no los cuidaron ni incentivaron a pesar de la necesidad “urgente” de reformas estructurales.

Esto, sumado a una “pésima” planificación sanitaria, desembocó en que, ocho días después del inicio de elección de plazas MIR, apenas se cubrió el 10% de las plazas de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria.

Por tanto, CSIF reclamó, entre otras cosas, un incremento de la financiación de la AP hasta alcanzar el 25% del gasto sanitario total; mejores condiciones laborales y retributivas, con incentivos en las plazas de médico de familia en todas las autonomías; y un aumento progresivo de las plazas de esta especialidad para cubrir el déficit estructural, ya que se estima que más del 50% de estos médicos tienen entre 50 y 65 años, y casi uno de cada cuatro entre 60 y 65 años.

También, el sindicato pidió una equiparación salarial en todas las comunidades autónomas; una revisión del régimen de incompatibilidades incentivando la dedicación exclusiva mediante mejoras salariales y laborales; y una incentivación y remuneración económica para tutores de formación sanitaria.

REFURZO PREVIO AL VERANO

Además, el CSIF afirmó que la falta de plantilla obliga a la realización de guardias de muchas horas, noches, festivos, etc., lo cual se suma a una acumulación de tareas y encadenando contratos precarios.

En este sentido, un reciente estudio de CSIF revela que el 50% del personal de la Sanidad es temporal, un dato especialmente “preocupante” ante la cercanía del verano y las necesidades de plantilla que se harán efectivas con motivo de las vacaciones, y que se notará de manera especial en las zonas con gran afluencia turística.

Sobre esto, el sindicato emplazó al Ministerio de Sanidad y a las autonomías a que comiencen a elaborar los planes de refuerzo estival para evitar la saturación de urgencias y el cierre de camas y de centros de salud, como viene ocurriendo todos los años.

Así, CSIF exigió a las administraciones que hagan una “apuesta decidida” por la AP que dignifique la labor de sus profesionales y garantice los recursos necesarios, tanto humanos como materiales.