EL CSN RECONOCE QUE COMETIÓ UN ERROR DE APRECIACIÓN CON ASCÓ
- Destaca que "es fundamental la responsabilidad del titular" de las centrales
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La presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Carmen Martínez Ten, hizo hoy "autocrítica" y reconoció que cometió un "error de apreciación" en el incidente de Ascó.
En su intervención en la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Senado, Martínez Ten explicó que "la primera notificación de Ascó no era correcta, y nosotros la creímos". En este sentido, quiso dejar claro que, "aunque hubiera un inspector residente por cada trabajador" de una planta nuclear, sería imposible evitar este tipo de errores.
Por ello, "es fundamental la responsabilidad del titular". La empresa propietaria de una central, añadió, "ha de saber que hay notificaciones obligatorias; hay que pedir transparencia a las empresas, que son titulares responsables".
Aludió, asimismo, a las críticas que recibió el CSN, como consecuencia de que una ONG (Greenpece) informara del suceso de Ascó antes que el propio consejo. "Se montó una bola de nieve, que era que el CSN poco menos que quería ocultarlo", a pesar de que la diferencia temporal entre ambas informaciones (la de la ONG y ladel CSN) "fue cuestión de minutos".
Además, Martínez Ten alegó que "un organismo técnico tiene que actuar con diligencia, pero también con rigor, con información suficientemente contrastada. Y eso requiere tiempo".
Apuntó, asimismo, que el CSN invirtió en 2008 un tercio de sus recursos y esfuerzos en el tema de Ascó, y que "se ha hecho todo lo posible" para gestionarlo adecuadamente.
A pesar de todo, señaló que "la regulación es mejorable" y que "ahora es el momento de avanzar, de afinar la regulación y pedir responsabilidad a los titulares con exigencia".
RENOVACIÓNDE GAROÑA
El plan de inversiones que el CSN ha pedido a las centrales será tenido en cuenta, según explicó a la prensa Martínez Ten, a la hora de aprobar la renovación de licencia de las plantas.
Citó, concretamente, el caso de Garoña, cuya licencia vence en julio de 2009. El CSN tendrá que emitir un informe sobre la convenciencia de la renovación de su licencia por diez años, según establece el procedimiento español (salvoinspecciones puntuales excepcionales). Si el informe es negativo, será vinculante; si es positivo, la última palabra la tendrá el Gobierno.
Martínez Ten sostuvo que el parque nuclear de España "no está obsoleto". Insistió en que hay centrales, como Trillo, a la mitad de su vida útil, mientras que hay "otras más viejas".
Asimismo, puntualizó que la seguirdad de los reactores no sólo tiene que ver con la edad de la central, sino también con el mantenimiento y cuidado que hayan recibido y con otros aspectos, como la formación de los operadores, la calidad de las contratas que entran en las recargas, y la existencia de guías reguladoras e instrucciones para garantizar la metodología de mantenimiento.
Por este motivo, el plan para la evaluación de Garoña también incluye, entre otros puntos, un análisis de su normativa desde que se licenció hasta hoy para ver cuál es de aplicación; un plan de gestión de envejecimiento, un estudio de todo el impacto radiológico en el exterior que ha causado a lo largo de su vida, etcétera.
Todo ello será considerado en la elaboración del informe definitivo relativo a Garoña, que "no estará listo antes de mediados de 2009".
TEMA MANIPULABLE
Según Martínez Ten, el tema de la energía nuclear es "muy manipulable" como, a su juicio, demuestra el hecho de que "mucha gente dice estar en contra de la nuclear pero no le importa hacerse un TAC (tomografía axial computarizada) en el hospital", a pesar de ser una tecología de tipo nuclear.
En su opinión, "gran parte del debate se está produciendo porque estamos una situación muy crítica desde punto de vista del futuro energético del planeta".
Y ahí "el CSN tiene que ser agnóstico; la labor del consejo no es hacer política energética. Al final el país tendrá que decidir".
Por último, preguntada acerca de desastres atómicos como el de Chernóbil, Martínez Ten alejó cualquier fantasma y afirmó que este reactor "no tenía sistema de contención y se saltó los protocolos. Tras este caso, hubo un incremento extraordinario de la regulación internacional porque todos los países entendieron que, si se repetía, habría que cerrar todas las plantas".
Concluyó que "cuando el país no necesite esta energía, el CSN se pondrá a desmantelar".
(SERVIMEDIA)
21 Oct 2008
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