Fraga rechazó que el Gobierno gallego pueda hacer otra cosa distinta que colaborar humanitariamente con la isla, entre cosas porque "la Xunta no está capacitada para hacer política exterior".

El jefe del Ejecutivo gallego no quiso pronunciarse sobre las acusaciones de Castro a Aznar de que había cedido a presiones de EEUU, a las que Franco sí se resistió, y reiteró "las muestras de gratitud a ese pueblo donde estuvieron emigrados mis padres".